lunes, 6 de abril de 2009

EL PLOMEADO DE LA LÍNEA EN LA PESCA A CORCHO. PARTE II

Como resumen de los aparejos completos más representativos de la pesca a corcho en la rompiente y especialmente del sargo, os exponemos dos de los más empleados habitualmente. Podéis ver que este tipo de aparejo está pensado para que el cebo se mantenga a la altura deseada y que el corcho aguante los golpes de la rompiente con buena estabilidad, visibilidad y alegría (sin tamaños exagerados), que baile bien. Queremos decir asimismo que este aparejo no es válido para la inmensa mayoría del resto de peces susceptibles de ser pescados a boya, ya que por ejemplo, sería irrisorio pretender pescar lubinetas, obladas, chicharros o mubles con este aparejo.
El aparejo que nosotros más usamos es el representado en el gráfico superior. En general empleamos líneas del 0,40 por estar muy expuestas al roce entre las rocas y lapas, siendo conveniente cada dos jornadas de pesca, el quitar entre medio metro y un metro de línea por los roces habituales en el medio, sino también por el que se produce al andar subiendo y bajando los plomos de lastre para probar calados. Procuramos que el monofilamento de la línea carezca de memoria y no solemos usar líneas de color pues tenemos la costumbre de colocar el dedo índice de la mano que soporta la caña, puesto en la línea, a la salida de ésta del carrete para controlar la tensión de la misma y el seno existente entre la punta de la caña y la boya. La boya es de champán entre 70 y 74 mm de larga y entre 28-29 e incluso 30 mm de ancha, pintada en rojo por la parte superior y en negro por la inferior y va lastrada por su parte inferior con una barrita troncocónica de plomo, que a su vez la fija a la línea, de una longitud entre los 2-3 cm a la que le hacemos unas muescas con una tenaza para evitar su desprendimiento en caso de golpear en las rocas. El extremo de la línea lleva una gaza e inmediatamente junto a su nudo, colocamos 4 plomillos esféricos de un diámetro aproximado de 9 mm, cuyo peso total aproximado será alrededor de los 17 g. Estos plomillos nunca los apretaremos en exceso ya que la mayoría del tiempo estarán en su sitio fijos (hay que cortar el bajo a la medida apropiada para pescar con la profundidad ideal), pero a veces, sobretodo si aumenta el golpe, podremos aumentar la profundidad de pesca y a la vez podremos subir o correr a través de la línea los 4 plomillos, para que no sean muy visibles debajo del agua (que no estén muy profundos) y si no están excesivamente apretados, los desplazaremos con facilidad y no dañaremos la línea. Normalmente, la distancia entre la boya y los 4 plomillos oscila entre los 15 y 30 cm dependiendo de la batiente existente, es decir, a menos batiente, menor distancia y viceversa. Luego en el gráfico vemos un bajo de línea que se fija a la gaza mediante un nudo Super Clinch y al que deberemos dar la longitud apropiada a la altura en que creemos que deben de estar los sargos. Un plomillo en el bajo de diámetro normalmente entre los 3 y 5 mm que incluso puede llegar a ser de 6 mm, para acabar en el otro extremo del bajo con un anzuelo revirado a la derecha del nº2/0 o del 1/0, aunque a veces empleamos uno recto de Mustad, acabado en niquelado, modelo 515-N, del nº1, muy apropiado para cebos blandos como la quisquilla o la pulga marina. La distancia a que colocamos el plomillo del bajo del anzuelo puede ser entre los 30-40 cm con buena batiente, pero con aguas claras y mares bellas, esta distancia puede ser de 50-60 cm.
Uno de los motivos por lo que más nos gusta este aparejo es el peso que adquiere, pero estable a la vez y que hace que con lances de costado salga fácilmente, aún con anillas de puente bajo.


El otro aparejo representativo es el representado en el gráfico superior y que es utilizado mayormente por nuestros compañeros guipuzcoanos. Consta de una línea de color (rojizo o amarillenta) para visualizar mejor el seno existente entre la punta de la caña y la boya que suele ser del 0,40 o 0,50, en la que se coloca una boya tipo pera de neopreno o material similar lastrada con un palito por su parte inferior o superior. Las boyas suelen ser por lo general de tres medidas: de 45 mm de ancho por 77 mm de largo, de 37 mm por 65 mm y de 42 mm por 65 mm, aproximadamente con lo que al tener un buen ancho o base, ofrecen más resistencia a la hundida ante el peso del plomo de oliva de 20 g que se coloca en la línea. En el extremo de la línea se coloca un emerillón Rolling negro del nº8 o 10 sin imperdible al que se une, tanto la línea como el bajo, mediante nudos Super Clinch. Es obvio que el plomo de oliva está libre en la línea, por lo que hace tope en el emerillón. La boya la fijaremos a una distancia de entre 15-30 cm del plomo de oliva y según el estado de la mar. El resto del aparejo, es decir, largo del bajo, plomillo del bajo y anzuelo, serán los mismos que en el aparejo anteriormente descrito.
A veces y ante la carencia de picadas con la profundidad teóricamente ideal, bien por que la mar ha movido más, bien porque los peces están más fondeados, deberemos probar aumentando el calado de pesca. Si el bajo es corto, lo normal es cambiarlo por otro más largo, pero para probar nos puede valer el que tenemos colocado y si la línea la tenemos plomeada con los 4 plomillos, la operación es simple, puesto que sólo tendremos que desplazarlos sobre la línea y también la boya, claro está.

Sin embargo, si tenemos en la línea el plomo de oliva, el corcho lo desplazamos más arriba pero el plomo de oliva al estar libre, se nos quedaría junto al emerillón y demasiado profundo o sumergido, cuestión que no nos interesa ante posibles recelos de los sargos y entonces lo solucionaremos desplazando el plomo de oliva hacia arriba de la línea, pero colocándole por debajo un plomillo esférico de unos 3 mm, tal y como se indica en el gráfico siguiente.



En este otro gráfico, se puede ver aumentado de tamaño el montaje mencionado.

Indudablemente, puede haber otras muchas variantes a gusto del consumidor. Simplemente hemos expuesto las más habituales. Hasta otra compañeros y compañeras.

1 comentario:

Gernikako Arbola dijo...

Ramontxu, se te ha olvidado acaso el lastrado de la boya que tengo pantentada para fueeerte marejada?
Un saludo Rufianes.