¡Muy buenas de nuevo compañer@s! Vamos a ver si dejamos atrás poco a poco estos últimos tristes sucesos y pasamos a la rutina habitual del blog. Lo sé, ni tengo formalidad ni la he conocido... Excepto alguna pesca de amigos y ya hace tiempo, no he publicado ninguna jornada desde principios de diciembre. Pero tranquilos, que no me ha engullido ninguna ballena, todo sigue en su sitio, incluso mejor, ¡ja ja ja! Así que tras varios tirones de orejas que me ha dado Ramontxu, sumados a los del cumple del día 17 de febrerillo el loco, mas alguna pelea con los navegadores y antivirus, me dispongo a poneros al día de las andanzas pesquiles. A ver si hago memoria que ya ha llovido ya...
01 diciembre 2.012: Al resguardo por kobaron
Este primer día de diciembre amaneció fresco, ahivalahostia, y con un buen relente. Quedamos Miguel, Natxo y quien escribe. Tras ir hasta Castro Urdiales a ver la mar al lugar de costumbre volvimos sobre nuestros pasos a este pesquero al lado de casa, en kobaron. Había marejada de noroeste con la intensidad bajando pero aquí podríamos hacerle frente.
Como veis, nos lo tomamos con calma pues bajamos bien de día. Y es que no fue poco lo que nos costó decidirnos con el pesquero. Y también con tranquilidad, fue el descenso a la zona de pesca, con la cuerda puesta ante la humedad de las rocas por la intensa rociada.
El oleaje en ocasiones producía un arrastre excesivo para arrimar el parejo, pero pronto venía la bellada. Anduvimos probando por todo el roquedo a medida que fue bajando el agua para acabar en el frente. Aunque las capturas fueron irregulares, no nos podemos quejar.
La bonanza climatológica nos dejó una mañana de pesca magnífica, a pesar de lo umbrío del pesquero y al finalizar la jornada éste era el bagaje de la misma.
Hasta un pizpirute majo que cogió Natxo. Y mira que llevábamos tiempo sin ver uno...
Y así despedimos esta jornada con una vista general de la zona de pesca y de Peña Cercada.
07 diciembre 2.012
Este día nos llevamos una buena desilusión. Acudimos a la hora de costumbre Miguel, Fermín y el menda lerenda a esta zona de pesca. Las condiciones no eran malas con mar de noroeste y algo de viento de similar procedencia que dejaba pescar.
Pero tras las primeras caladas pudimos comprobar que no contábamos con la presencia de los espáridos bajo nuestros corchos. Eso o no supimos meterlos con el habitual macizo de sardina picada. Probamos con todos los cebos que llevábamos, gamba, langostino, jibión y cangrejillo, y ni por ésas.
Para más inri, esta vez sí que acertaron con la predicción meteorológica, y a eso de las 10:00 arreció el viento y comenzó a llover. Por este motivo y con una docenita de sargos entre los tres, decidimos recoger e ir a almorzar algo, que ya vendrían días mejores...
Pero al ir a meter los bártulos al coche, apareció el campeón de la jornada. Su nombre es Igor y le conocemos gracias a este espacio. Solemos coincidir en zonas concretas de pesca y el sastre se las gasta de la manera que posa y, ¡sin macizo!
Éstas son sus capturas de la jornada con tres piezas muy guapas y es que el pájaro sabe dónde buscarlas. ¡Un saludo Igor!
Sábado 22 y domingo 23 de diciembre de 2.012
El 22, día de autos, salimos al ataque Miguel, Edu, Iker y yo. Bueno, en mi caso no eché la caña porque preferí quedarme roncando en el coche ya que esa noche había dormido muy poco... Si es que se me pegan todas las buenas costumbres de Ramontxu, ¡je je!
Acabamos por la zona de kobaron en una mañana muy fresca. Como ya es habitual, terminamos aquí tras dar múltiples vueltas en busca del pesquero que menos nos disgustase. Esto, hace tiempo que se ha convertido en una práctica habitual, ya que con estas mares tan irregulares acabas eligiendo por descarte. Eso, o que nos hemos vuelto muy exigentes...
A ver si algún día también, se da la casualidad de que no ha habido ningún escapini gordo eh, ¡je je! El caso es que mis compañeros a base de bregar, como dicen los asturianos, consiguieron reunir esta trabajada pesca... que por cierto nos intentaron comprar in situ los viandantes, ¡ja ja ja!
Y al día siguiente volvimos a la carga de nuevo, porque somos muy cansinos, los del día anterior menos Iker. Esta vez la zona elegida fue Cerdigo. Por allí nos repartimos los tres gurriatos a dar de comer a los sargos...
Ésta fue mi segunda puesta. Fondalio de calado y para pescar en altura bastante incómodo. Aquí asomaron unos cuantos sargos.
Por aquí anduvieron los otros dos alicates, que no lo tenían malo aunque había belladas demasiado largas.
Y en esta lastra finalicé la jornada, donde el golpín estaba justito.
Así y entre los tres reunimos esta cestilla, pesca bastante similar a la del día anterior. A decir verdad faltan 4 o 5 piezas que llevó Edu, que como es habitual, recogió antes para llevar de paseo a sus fieras.
Hace ya algún tiempo alguien me sugirió que a ver cuándo poníamos imágenes del segundo tiempo. Y aunque estas corresponden al día de la primera entrada del 1 de diciembre, sirvan como ejemplo. Si bien es cierto, que siempre los partidos no son tan intensos, ¡ja ja ja!
Como bien sabréis ya, somos gentes de pueblo, bastante asilvestrados y tradicionales. Y lo que a nosotros nos llama es el chigre autóctono, donde platicar con gente con canas y txapela, y en donde a buen seguro se ofrecerán viandas de la tierra, de huertas y ganados de casa. Por lo que comenzamos el almuerzo donde Pedro, en Ontón, haciendo compañía a los tres habituales del local. Disfrutando de la compañía, del comercio y del bebercio...
Para posteriormente, pasar por donde Mari, la jovenzuela de la imagen con el Indio, en el Haya; otro chigre que no puede faltar en la ruta de tripeando por el norte. Muchas veces nos preguntamos qué haremos cuando falten estos ambientes...
Y así, plácidamente, y sin frío, pasamos las horas, echando humo y de cháchara con el Mudo, mientras va pasando toda la recua de habituales por la tasca. Ya de noche conseguimos llegar a nuestros hogares aunque con las capotas cambiadas, ¡ja ja ja!
Saludos sufridores y a aprovechar esta mejora del clima para dar unos cañazos. ¡Buena pesca!
Saludos sufridores y a aprovechar esta mejora del clima para dar unos cañazos. ¡Buena pesca!