El sábado pasado quedé con Miguel para ir un rato a quitar el chincho. Ramontxu, por ahora parece que se está reservando. No madrugamos mucho y como mi compañero tenía que volver pronto por temas de fuerza mayor decidimos buscar un pesquero no muy lejano para pescar con la marea bajando.
La pleamar había sido a las 5:15 de 12/7 y la mar tenía un buen golpe con tendencia de norte. Nos decantamos por la zona de la imagen superior para pescar entre las piedras mientas bajaba el agua para posteriormente pasar a los frentes.
Los peces empezaron a aparecer pronto atraídos por el macizo de sardina y la quisquilla congelada. Las picadas se sucedían y no dábamos abasto para encarnar las gambas y la propia quisquilla. Había mucho sargo pequeño y también las innombrables que ya están aquí. Fue una mañana entretenida y con unas buenas condiciones para la pesca, ya que aunque salió el sol después se nubló.
Visto lo visto parece que se empieza a tocar algo de escama, aunque el tamaño no es para tirar cohetes. Bueno, aunque alguno agarró uno como para caerse de culo y no le habría venido nada mal el banquito para catar... ¡Ja, ja, ja!
Después regresamos a Muskiz, inmerso en las fiestas de San Juan, Donibaneko jaiak, y aunque no había mucho tiempo intentamos mimetizarnos con el medio. Para el domingo los planes de pesca estaban aparcados; unos por quehaceres y otros porque teníamos boda, en la que madre mía la que se armó, ¡vaya lío! Nos vemos pronto donde esperamos estar los tres en plenitud. Un saludo.