¡Buenas noches compañeros de la caña! Lo mismo no aparezco en meses, que ahora publico más que la prensa casos de corrupción, cosa harto difícil. Menos mal que hay unos pocos que me animáis, lo cual es de agradecer. Éstas son dos salidas casi consecutivas por la misma zona a escasos minutos de casa en coche. Son esas jornadas en las que te apetece quitar un rato el chincho al amanecer pero sin hacer grandes kilometradas, ni grandes incursiones.
Normalmente, aunque la pesca se lleve a cabo los días festivos, los que sufrimos este estado febril, habituamos a tener referencia de la mar casi a diario. Más si cabe, como es mi caso, teniendo el privilegio de poder ver el gran azul fugazmente, aunque sea a lo lejos, en mi camino al tajo. En esta ocasión, la costa llevaba unos cuantos días con poco oleaje, así que no albergas altas expectativas y quedas con la frase, ¿qué, vamos un rato mañana? Son sanos hábitos adquiridos que te empujan a vencer la fatiga.
El jueves día 1 de mayo que era fiesta, quedé con Miguel, a quién no le gusta madrugar en exceso. Además había cansancio acumulado de la semana así que no insistí mucho. No dudamos apenas con el pesquero, sacrificando otras opciones quizás con mejor currículum pero más costosas. La pleamar coincidía con el alba.
Como se aprecia el golpe era producto de una marejadilla de superficie de noroeste. Ola muy continua pero con poca espuma y el agua muy clara. Buen día para buscar poca agua y probar a pulso que es una de las técnicas que más me satisfacen.
Como citaba, pescamos con la marea bajando y fue casi sin agua cuando empezaron a picar con avidez en un mínimo de color. Reconozco que este comportamiento no nos pilló por sorpresa. No sé si responde al instinto, pero a veces los espáridos repiten gustos y querencias. Y estos fueron parte de ellos que fuimos capaces de engañar. Otros se fueron con el cuento, espero que no se corra mucho la voz, ¡jajaja!
Éstas son las trazas del pesquero a las 11:00 am, poco antes de batirnos en retirada. Prometo que no hay ni trampa ni cartón, ¡jeje!
La siguiente salida fue un par de días después de nuevo con Mane. Volvimos por las cercanías y probamos en la misma zona del 23 de abril pasado, que tan buen resultado nos dio. Estas cosas tiene la pesca, 10 días después no topamos pez alguno en la puesta. Con poca correa y menos convencimiento volvimos al roquedo de la imagen anterior, que estaba pescado dos días atrás.
No somos nada partidarios de repetir pesquero, pero sin opciones en la recámara nos pareció lo más cómodo. Mal número de ejemplares pero nos alegraron la mañana y arreglaron la cesta, ¡jeje! Otra vez con poca agua aunque picaron más espaciados y en menor número.
Ésta pájara me metió unos buenos meneos, pez combativo donde los haya. Son buenos ejemplares para testar el material. Raro es que anduviera sola...
Esto es todo amigos lectores. Sin más rodeos me despido y os emplazo para la siguiente entrega que no se hará esperar... A no ser que Ramontxu traiga buenas nuevas de tierras gallegas. Saludos y ¡buena pesca!
Esto es todo amigos lectores. Sin más rodeos me despido y os emplazo para la siguiente entrega que no se hará esperar... A no ser que Ramontxu traiga buenas nuevas de tierras gallegas. Saludos y ¡buena pesca!