martes, 28 de octubre de 2014

DE NUEVO CON POCA MAR. 01 y 03 DE MAYO 2.014

¡Buenas noches compañeros de la caña! Lo mismo no aparezco en meses, que ahora publico más que la prensa casos de corrupción, cosa harto difícil. Menos mal que hay unos pocos que me animáis, lo cual es de agradecer. Éstas son dos salidas casi consecutivas por la misma zona a escasos minutos de casa en coche. Son esas jornadas en las que te apetece quitar un rato el chincho al amanecer pero sin hacer grandes kilometradas, ni grandes incursiones. 

Normalmente, aunque la pesca se lleve a cabo los días festivos, los que sufrimos este estado febril, habituamos a tener referencia de la mar casi a diario. Más si cabe, como es mi caso, teniendo el privilegio de poder ver el gran azul fugazmente, aunque sea a lo lejos, en mi camino al tajo. En esta ocasión, la costa llevaba unos cuantos días con poco oleaje, así que no albergas altas expectativas y quedas con la frase, ¿qué, vamos un rato mañana? Son sanos hábitos adquiridos que te empujan a vencer la fatiga.    

El jueves día 1 de mayo que era fiesta, quedé con Miguel, a quién no le gusta madrugar en exceso. Además había cansancio acumulado de la semana así que no insistí mucho. No dudamos apenas con el pesquero, sacrificando otras opciones quizás con mejor currículum pero más costosas. La pleamar coincidía con el alba.  
  
Como se aprecia el golpe era producto de una marejadilla de superficie de noroeste. Ola muy continua pero con poca espuma y el agua muy clara. Buen día para buscar poca agua y probar a pulso que es una de las técnicas que más me satisfacen.  

Como citaba, pescamos con la marea bajando y fue casi sin agua cuando empezaron a picar con avidez en un mínimo de color. Reconozco que este comportamiento no nos pilló por sorpresa. No sé si responde al instinto, pero a veces los espáridos repiten gustos y querencias. Y estos fueron parte de ellos que fuimos capaces de engañar. Otros se fueron con el cuento, espero que no se corra mucho la voz, ¡jajaja!

Éstas son las trazas del pesquero a las 11:00 am, poco antes de batirnos en retirada. Prometo que no hay ni trampa ni cartón, ¡jeje!

La siguiente salida fue un par de días después de nuevo con Mane. Volvimos por las cercanías y probamos en la misma zona del 23 de abril pasado, que tan buen resultado nos dio. Estas cosas tiene la pesca, 10 días después no topamos pez alguno en la puesta. Con poca correa y menos convencimiento volvimos al roquedo de la imagen anterior, que estaba pescado dos días atrás. 

No somos nada partidarios de repetir pesquero, pero sin opciones en la recámara nos pareció lo más cómodo. Mal número de ejemplares pero nos alegraron la mañana y arreglaron la cesta, ¡jeje! Otra vez con poca agua aunque picaron más espaciados y en menor número. 

Ésta pájara me metió unos buenos meneos, pez combativo donde los haya. Son buenos ejemplares para testar el material. Raro es que anduviera sola...

Esto es todo amigos lectores. Sin más rodeos me despido y os emplazo para la siguiente entrega que no se hará esperar... A no ser que Ramontxu traiga buenas nuevas de tierras gallegas. Saludos y ¡buena pesca!

jueves, 23 de octubre de 2014

LA PESCA DA LA FELICIDAD. 23 DE ABRIL DE 2.014

¡¡Aupa chavalería!! Voy a hacer caso a César y vamos allá que he pillado carrerilla. Ahora van todas seguidas como el pasodoble. Me doy ahora cuenta, ¡qué mes de abril más productivo! Esta entrada he dudado si titularla "Pesca a contrarreloj", pero como luego veréis "la imagen" es mucho más representativa, ¡jeje!

Para la ocasión quedé con el capitán Mane. Teníamos una mar muy, muy justita con una pleamar mediana sobre media mañana. Decidimos madrugar y jugarnos las bazas al romper el alba, ya que según las predicciones venía un día con sol de justicia y la mar a menos.

Elegimos un pesquero que teníamos en el punto de mira. Una vez sobre el cantil vimos que había dos txokos con algo de color para calar y el frente que se quedaba como un caldero. Ya se sabe, cuando tienes algo en cabeza dando vueltas, es complicado cambiar de idea, así que para abajo como tiros.

Fue posar bártulos, macizar y armar a contrarreloj para aprovechar al máximo la escasez de luz. Corchos al agua y ya estaban allí los sargos. Nos mirábamos asustados, ya que era inexplicable cómo eran capaces de comer tan activos en esas condiciones. Picaban mal, sin tragar, y como es lógico perdimos pescado desanzuelado.

En un visto y no visto el pozo se llenó de glotones. Amaneció ya, y seguido los primeros rayos de sol, y como era evidente el pescado dejó de comer. Afinamos todo lo que pudimos pero ya era impensable sacar pez alguno  con esta técnica. 

La mar se fue quedando hasta el punto de la imagen, la belleza de la calma. Por ahí andaban todavía los mubles a lo suyo.

Momento de adecentar las capturas y del oportuno retrato a la sombra. Lorenzo ya apretaba así que era momento de atender otras necesidades. A las 10:00 am estábamos en el coche con buena sudada dirección a un abrevadero, que también teníamos entre ceja y ceja, ¡jeje! Fuimos donde Mari quien no se negó a saciar nuestra hambre y sed con unas viandas que muchos reyes quisieran. 

Ésta es la foto que da título a la jornada. No he visto a ninguno de mis sobrinos tan feliz al abrir un presente, ¡jajaja! Huevos con chorizo, todo casero y autóctono, y la tradicional botella de saco que las abuelas guardaban para las ocasiones especiales, ¡qué grandes!

De postre queso encartado y dulce de membrillo casero. Estábamos en racha. Felicidad y satisfacción total. Salivo y me relamo mientras brotan estas líneas.

Y de remate, ¡gol por la escuadra! ¡Claaaaaro queeerido! Ni en el mejor de nuestros planes estaba una jornada tan redonda, que disfruté en su día y ahora mientras la narro. Ramontxu, antes de que nos digas nada que tú te fijas en todo, el tercer txupito fue que se equivocó, pero ya que estaba puesto... ¡Jajaja! Y como estaba todo cronometrado, acabamos de almorzar para las doce, así que era la hora perfecta para tomar unos potes, ¡jajajajaja! 

Comentar que éste fue mi último hamaiketako donde Mari porque poco después se jubiló y cerró el bar. Una gran pena y fastidio que se pierdan estos chigres autóctonos de los que ya ni quedan. Como contraprestación el descanso y bienestar de Mari, quien se lo tiene bien ganado.  

En breve seguiré con más correrías pero ya del mes de mayo. ¡Hasta pronto pecadores! 

miércoles, 22 de octubre de 2014

MÁS DEL CUARTO MES. 19 Y 20 DE ABRIL DE 2.014

¡¡Ya estoy aquí de nuevo compañer@s!! ¿Ya pensabais que no volvía a publicar tan pronto eh? ¡Jajaja! Primero había que darle preferencia al Druida que a la chita callando anda haciendo de las suyas. Pero a este paso no puede ser, si aún voy por el mes de abril, así que voy a hacer memoria.

Esto fue coincidiendo con las vacaciones de semana santa. Recuerdo que nos estábamos quedando sin existencias de sardina para el macizo. Así que el jueves 17 quedé con Ramontxu y fuimos a Santoña a reabastecernos. Pero ya de la que íbamos, como somos animales de costumbres, paramos a almorzar en la Bodeguilla de Treto, e aquí las viandas. Todo ligero y sano, exceptuando los cacahuetes, ¡jajaja!   

La mejor forma de no tener que estar vigilando al compañero con el rabo del ojo, es pedir un porrón para cada uno, sabia decisión. No os penséis, somos gente prudente y pedimos de los pequeños eh...

En esto de la pesca, ya hemos comentado que uno nunca deja de aprender. Estas cosas también tenían que figurar en el libro de Ramontxu en el apartado "Comercio y bebercio". Aquí el Druida muestra la mejor manera de aumentar el caudal y reducir el aire englutido, ¡jajaja! 

Y ya de camino, pues paramos en otro de los abrevaderos a hacer visita. Y ya que estábamos pedimos el obligatorio café completo, ¡jeje! Y txupito uno eh, que no es cuestión de inflar luego el globo... Pero el aerostático, ¡jajaja!

Volvamos a la acción puramente pesquil. El día 19, sábado, acudí al ataque ya con macizo de sardina recién picado. Elegí quedarme sin siesta e ir en solitario por la tarde con la marea a la zona de kobaron, cerquita de casa.  

La tarde estaba soleada y el mar podía valer para buscar alguna calada por la zona. Clareaba a ratos pero daba pie a pelearlo. De hecho, la cosa mejoró, cuando avanzada la tarde se nubló con incluso riesgo de caer 4 gotas.

El pescado tardó rato en entrar. Ya me ha pasado más veces. Es un pesquero que hasta que no llena casi media marea no acaban de arrimarse. La cuestión era esperar paciente y macizar seguido.

Tímidamente fueron asomando los primeros sargos. Y ya con bien de agua se mostraron bastante activos.


Sincerándome perdí algunos ejemplares pescando en largo. Picaban zorros y no se clavaban. Lo que vienen siendo escapinis como los de Edu y Miguel, ¡jeje! También hubo unos cuantos con billete de vuelta al agua por pezqueñines.

Estos fueron los 9 con los que me quedé. Para ser turno de tarde y al lado de casa no estaba mal, aunque la actividad de algunos momentos me hizo pensar en una recompensa más abundante

Lo comprometido de pescar por esta zona es que te reconocen el coche. Ésta fue la foto que me llegó de algún indio fisgón que me caló en plena faena a pulso, ¡jeje!


La posterior jornada es del día siguiente, domingo 20, pero ya en turno de mañana y con el profesor Don Miguel. ¡Qué cabrón está el tiempo, jeje! Como el día anterior había tocado algún pez por la zona volvimos con la idea de probar otro pesquero no muy lejos. La verdad es que estuvimos dando palos de ciego durante buena parte de la mañana sin capturas.

Sobre las 10:00 nos movimos hasta esta calada, que es una de esas que no tienen especial fama, pero que suele estar poco pescada. Fuimos sin grandes expectativas con idea de volcar el macizo. Se aprecia que el color del agua y el oleaje es similar al día anterior, mar de superficie sin espuma de fondo alguna y agua clara.

Pues fue aquí, con media marea bajando y en una hora donde arreglamos la cesta. Primero el pescado picó debajo de los pies pero al quedarnos sin agua, picaban muy afuera. El macizo seguía el carril de espuma, como dice Miguel, y la corriente alimentaba los sargos tras un corte de las sierras sumergidas donde agarraban.  

Como he comentado otras veces, en estos casos te queda la duda de qué hubiera pasado si se hubiese pescado la puesta con la marea en su esplendor... No es que sea una pesca espectacular pero si un ejemplo de que hay días que como no aciertes con precisión dónde y cuándo calar te vas para casa con la impresión de que no hay un peixe. Éste día tuvimos la suerte de nuestra parte, más si cabe porque con posterioridad de volvió a probar el pesquero con un resultado bien distinto.

Hasta pronto sufridores, espero veros pronto ahora que he cogido carrerilla. ¡Buena pesca!

viernes, 10 de octubre de 2014

ÚLTIMAS SALIDAS

Mis dos últimas salidas fueron los días 1 y 2 del presente mes. El día 1 con pleamar a las 9:46 y  de 12,1 pies fuí a una zona intermareal con fondo de arena y rocas aisladas. A las 7:00 estaba en la puesta pero no hubo picada hasta el alba. La mar tenía belladas largas y en las series movía algo para luego quedarse como véis en las dos imágenes siguientes.






Bueno, pues con mucho trabajo e hilando fino cogí unos sargos majos. El aparejo empleado fué como el del esquema siguiente con bajos del 0,218 al inicio y luego del 0,205 de Seaguar 130.


El enguado fué de medio bote de sardina picada y unos 300 g de quisquilla congelada y de cebo la propia quisquilla y cangrejillo congelado. 
Esta fué la pesca; no gran cosa pero para aprobar creo que vale, máxime teniendo en cuenta que la puesta elegida no fué la más correcta.


El día 2 se movió mucho la mar y trás verla en varios sitios, me decidí por una puesta submareal en la que se pesca mejor bajando pero como estaba subiendo, tuve que hilar más fino. Venían unos golpones muy fuertes pero las belladas eran también muy largas como se ve en la imagen siguiente con la Balzer y las espumas fuera.


El aparejo utilizado fue como el del esquema siguiente y como bajé a la puesta amaneciendo pesqué todo el rato con un bajo del 0,218 de Seaguar 130 pues el agua clareaba.


Con este calado estuve pescando a una distancia de la roca de entre los 3 y los 10 m pues el macizo lo sacaba, pero en las belladas estuve pescando al piji, es decir, con la boya fuera del agua y el aparejo metido en ella 1,5 m.

Como enguado llevé un bote de sardina picada y para el anzuelo un paquetillo de quisquilla congelada, gambas arroceras y unas anchoas en salazón. Picaban a cualquiera de los 3 cebos y es que cuando están por la labor, pican a casi cualquier cosa. El resultado lo dice todo.


El domingo me voy a San Cibrao a saludar a los amigos y tomar unos potes durante 15 o 17 días. Ah! Se me olvidaba, y si es posible pescar algo. S2.

miércoles, 1 de octubre de 2014

ALLÁ POR EL 12 DE ABRIL DE 2.014

¡¡¡Hola de nuevo sufridores, que ya era hora!!! Mi ausencia de publicaciones y apariciones blogueras durante este prolongado periodo no tiene justificación alguna y asumo todas las broncas que me echéis, ¡jeje! No es que uno tenga obligación de dar explicaciones pero tras tan largo periodo surge como la necesidad de hacerlo. No hay un motivo de calado ni nada grave. Por mi parte todo está en orden, casi controlado. En cuadrilla, o en solitario las menos veces, hemos seguido con la rutina de salidas pesquiles con relativa frecuencia y los resultados de algunas habéis podido ver de la mano de Ramontxu. La cuestión es que he continuado acumulando material gráfico, que no quisiera que se me quedara en el disco duro. Además de que en muchas ocasiones recurrimos al blog como diario de consulta, resulta gratificante volver a sumergirse en el medio salino y evadirse por un instante en mitad de la vorágine técnica semanal. Así que ya va siendo hora de vencer esta abulia y publicar algo a pesar de que el contenido haya perdido aliciente debido al largo tiempo transcurrido. Me hago cargo.

La jornada a la que hago referencia a continuación data de mediados de abril del presente año. Nos dirigimos un nutrido grupo de pecadores hacia el oriente vizcaíno.

Una vez abajo en el roquedo nos distribuimos en dos grupos. Iker y Akeitza por un lado, Miguel, Alberto y yo por otro. Aunque clareaba, la mar estaba bonita con buen babero y ola seguida de superficie ayudada con aire del primer cuadrante. 

Durante el primer tercio de jornada con poca agua, nos fue difícil dar con los espáridos y salió algún sargo suelto incluido el tablón de primera hora que sacó Akeitza. 

Esperamos por tanto a que entrara agua para ver si los peces arrimaban cual felinos al olor de la sardina. Y así fue. Aunque de manera tímida se activaron y anduvimos de forma itinerante txoko tras txoko. Una vez más la pesca a pulso se convirtió en un buen aliado ya que andaban querenciosos y parecía cuestión de detalles.


Al subir la marea la mar se fue quedando y el golpe  que había no era suficiente para hacer buen babero con más calado.

Y a pesar de que clareaba cada vez más, este precioso sargo, que cerró la jornada, no se resistió y tragó hasta el cuajo. Para decepción de los espectadores no hubo escapini para chincharme, ¡jeje!

Para las  doce y poco recogimos y esta fue la pesca como digo, a base de buscarlos. Para cinco cañas no es para tirar cohetes pero Alberto estaba bien contento con el primer y último sargo de la jornada.

No me extiendo más compañeros. Espero ir poniendo poco a poco todo lo retrasado y a ver si este finde por fin ataco que tras saraos varios y la Feria de Arraintxori llevo 3 semanas a verlas venir. ¡Buena pesca!