Esta semana pasada la logística funcionó a la perfección. El jueves Ramontxu fue en busca de sardina por la tarde, así que el viernes a la mañana, antes de ir al tajo, saqué los bloques para que fuesen descongelándose. Y por la tarde tocó picar macizo que estábamos bajo mínimos. Como se ve es una tarea muy laboriosa y sacrificada...
De esa manera, para el sábado teníamos macizo fresco de ése que tiene color rojizo y que tanto gusta a los sargos. Para las siete menos cuarto estábamos sobre las lastras en el lugar de costumbre viendo la mar. ¿Y quiénes estábamos? Pues Ramontxu, Iñaki y esta vez nos acompañaba Felipe, un buen amigo que reside en las Karreras y con el que solemos tomar potes habitualmente. Miguel según declaró, tenía más mocos que un limaco, así que a cuidarse tocaba. El panorama era complicado por la zona, pues con más de 2 m de ola y la marea bajando las opciones se reducen bastante. Andábamos sin saber para dónde tirar la cabeza...
Hasta que Iñaki, que sabe idiomas, pidió consejo al pollino. Este burro, el más lejano al objetivo, es como de la cuadrilla y nos cede información como espía ya que tiene muy buenas escuchas. Al estar en un lugar de paso habitual de pescadores siempre coge alguna información al vuelo.
De aquí, con la valiosa pesquisa, nos dividimos en dos coches. Ramontxu con Felipe y yo con el que sabe idiomas. Los dos grupos decidimos gastar el amanecer en sendas zonas comodín muy diferentes, con escaso bagaje para ambos. La idea era que fuese bajando la marea para poder reunirnos más tarde en una zona de pesca de calado con múltiples posturas. Como así fue.
Para cuando arribamos, nuestros compañeros ya estaban posicionados. En esta rompiente nos colocamos Iñaki y yo, la ballena al fondo, y fue llegar y besar el santo. Los espáridos nos estaban esperando con la boca abierta.
Tuvimos un rato corto pero intenso de picadas. Después a base de insistir salía alguno salteado. También hubo algún escapini, como no, porque para esta postura se echa en falta metro y medio más de caña. Los sargos pican junto a los salientes descubiertos por el reflujo de la marea y falta longitud para dominarlo y evitar que se enroque.
Tras un rato de parón me fui a visitar al otro grupo. Nada más llegar a la altura de Felipe le veo en plena pelea con un buen ejemplar. Son zonas donde se pesca con mucho calado y buen lastre y las capturas ofrecen buenas peleas como la que a continuación retraté.
Y tras la buena lucha, por fin el sargo glotón que se había zampado una gamba, en seco.
Ramontxu estuvo toda la mañana bregando por el cantil cual pesquín astur. En éstas, andaba en una de esas posturas que tanto le gustan a él. Hombre, es evidente que los años pasan, pero a mí no deja de sorprenderme.
Y luego esta otra para rematar. Estuvo buscándolos de forma itinerante en todos los agujeros que le dejaban calar.
Finalmente éste txoko, que quizás es uno de los más complicados y laboriosos, ya que el reful de la ola no te deja trabajar bien con el aparejo y hay que estar continuamente volviendo la boya al su sitio.
Por fin poco antes de las 12:00 Iñaki recogió y a continuación seguí sus pasos. Sobraba macizo pero ya no picaba nada. Y me fui a donde los otros partenaires a avisarles.
Mientras me dirigía a comprobar cómo iba el otro grupo pregunté a ver quién quería almorzar y éste fue, cómo no, el primero de la clase.
Para estas horas, como si nos hubiesen leído el pensamiento, Ramontxu y Felipe también habían recogido y ya subían con los bartulos.
Quedaba hacer la parada técnica para coger aire y presentar el pescado en su lugar habitual. Esto reunimos los dos grupos a base de mucho bregar, como dicen los asturianos, y creo yo que era como para estar satisfechos.
Retrato para el archivo de Felipe, quién pasó una mañana magnífica al igual que todos nosotros. Ya sabes compañero, cuando quieras volvemos a atacar. Sólo no va a ser vernos en la Karreras con la mano de playmobil, ¡je je!
Y el domingo, volvimos a salir Ramontxu y el que escribe con Natxo Landeta. La mar a primera hora algo más que el día anterior, así que optamos por una jornada de similares características, aunque las capturas fueron algo inferiores. El documento gráfico es muy parecido al del sábado, ya de por sí extenso, así que hasta la próxima que hagamos algo diferente. Aunque no sé si podrá ser el fin de semana que viene, porque, como no, el tiempo empeora después de la bonanza de la semana. Veremos. ¡Un saludo compañeros!
Y el domingo, volvimos a salir Ramontxu y el que escribe con Natxo Landeta. La mar a primera hora algo más que el día anterior, así que optamos por una jornada de similares características, aunque las capturas fueron algo inferiores. El documento gráfico es muy parecido al del sábado, ya de por sí extenso, así que hasta la próxima que hagamos algo diferente. Aunque no sé si podrá ser el fin de semana que viene, porque, como no, el tiempo empeora después de la bonanza de la semana. Veremos. ¡Un saludo compañeros!