Con el parón obligado trás la operación de cataratas, el sábado 12 de enero, me fuí a tirar la caña a unas puestas cómodas para acceder en la zona de Islares, aunque no tan cómodas para las posturas de pesca. Son puestas de cantiles, con mucha profundidad que en general, no suelen dar muchos peces excepto chicharros, obladas, berdeles y estorninos. No son buenas zonas para el sargo pues apenas existen rocas que emerjan o se insinúen a forma de remolinos, por lo que los sargos se suelen pescar pegando el aparejo al cantil.
Esta es la primera puesta que toqué. Aquí, cuando vienen los golpes, siempre hay arrastre hacia afuera por lo que hay que macizar en las quedadas .
Y esta es la otra puesta que probé y que al igual que la anterior, también los reflujos son en dirección mar adentro.
Así pues opté por pescar a pulso, a plomín, con el aparejo que os muestro aquí arriba y las picadas se produjeron con un calado aproximado de 2-2,50 m.
Esta es la pesca que conseguí. Creo que había 15 sargos y una cuerva o estornino. No es que sea gran cosa, pero trás mes y pico sin echar la vara, volví contento.
Cosa rara que no entrarían más estorninos.
De macizo llevé un bote que traje de vuelta de San Cibrao en octubre a base de sardina fresca picada y bien revuelta en abundancia con sal gorda incluída capa final de tapado que tenía una pinta y olor excelente y como cebo opté por gamba arrocera y filetes de anchoa en salazón.
Y el resto del mes en parón obligado, porque menudo tiempo nos ha hecho, o sea, un aburrimiento total pues no se ha podido ni pasear y es que si el tiempo no acompaña, eso de estar jubileta es un aburrimiento.
Finalmente deciros que tengo la vista de un lince, lo cual puede ser peligroso ya que igual me hago adicto a la carne y no al pescado. Ya veremos.
Saludos a tod@s.