jueves, 1 de mayo de 2014

22-4-2014: DE PESCA Y 30-4-2014: HACIENDO MAZACOTE

El martes 22 de abril, aprovechando que Gorka estaba de vacaciones, fuímos a dar una vuelta por la costa. Madrugamos a base de bien, pero fue uno de esos días que no haces más que dar vueltas de un sitio para otro y al final, cuando lo ves de día, te decides por la puesta más lógica aunque no fue fácil porque el viento roló en ese espacio de tiempo. 
No habíamos tocado los fondos de arena y roca hasta ahora, pero algún día tienen que entrar a esos fondos.
La pleamar era a las 10:50 y de 11,5 pies. Llegamos de día a la puesta trás las vueltas que dimos y los kilómetros que hicimos a lo tonto. El escenario estaba irregular con golpones de vez en cuando como se aprecia en la imagen siguiente, pero con belladas que dejaban pescar.




En la siguiente imagen una de las belladas.



Nos acordamos varias veces de no haber tenido una buena ración de quisquilla, pues seguro que habríamos pescado algunas lubinetas de tamaño, pues es zona y época para ello y con los golpes removía bien la arena.

Llevamos macizo de sardina picada y como carnada gamba, cangrejillo congelado y filete de anchoa. Pescamos con bajos del 0,235, 0,218 y 0,205 con un plomillo en el bajo de 5-6 mm de diámetro y calado variable. Aunque sentimos la picada de alguna lubineta, lo hacían con recelo, así que tuvimos que conformarnos con unos sargos y la conclusión es que ya hay peces en las zonas arenosas.


El viernes día 30, estuve haciendo macizo de relanzón, también llamado paparda (Scomberesox saurus), saltón, alcrique, botakarra, etc. y que es un pez pelágico migratorio, parecido a la aguja, de la que se diferencia principalmente porque su espina central no es verdosa y raramente suele sobrepasar los 50 cm. Se suele aproximar a la costa cantábrica en otoño, formando a veces grandes bancos que suelen estar a media agua e incluso a flote. Su costera suele durar pocas semanas y los bancos desaparecen cuando enfrían las aguas. Se consume en fresco y en conserva. Si algún día visitáis Santoña, no dudéis en adquirir unas latas de relanzón pues está exquisito.


Os voy a contar como monto el tinglado en la lonja. En primer lugar os dejo un esquema de la logística, ji, ji, ji!

Como véis, la cosa es sencilla. En el cubo 1 están los relanzones que han estado 24 horas descongelándose. Del cubo las voy metiendo a la picadora de una en una y así las voy picando hasta llenar el balde verde. Con este lleno, cojo un bote de 5 k vacío que puede haber estado con mayonesa o productos similares y me siento en el taburete 6 y con el cazo encarnado voy echando del balde al bote  por capas y a la vez voy echando puñados de sal gorda y lo remuevo con la cuchara metálica para que la sal se distribuya y así hasta  casi llenar el bote (unos 3-4 cm por debajo del borde del bote) y acabo con una capa de sal por encima. Se va picando paparda y llenando botes hasta acabar con todo.
Del balde verde lo echo al bote con el cazo encarnado recortado que es el que uso para enguadar cuando voy a pescar, pero para remover y distribuir la sal en el bote empleo una cuchara metálica que es más rígida con lo que se hace mejor la mezcla. Tiene buena pinta, no?


A continuación os muestro una imagen de la paparda en el cubo y de una de las zonas de acopio de botes en la lonja.




Como ya hemos dicho en alguna otra ocasión, el macizo de paparda es bueno cuando hay mares fuertes ya que trabaja mejor por su alta densidad.  
Ya se que es mejor el macizo natural, es decir, sin sal, pero metido en sal se conserva bastante bien durante varios meses y no tienes que andar pendiente del tiempo necesario entre sacar los botes del congelador y que esté a punto para poder enguadar el roquedo.

HASTA LA PRÓXIMA SUFRIDOR@S!!!