Este fin de semana pasado, estuvimos pescando por Cantabria Sixto Mendizabal, Gorka, Miguel y el menda. La mar estaba de asco con series de mucho golpe. Lo intentamos en dos puestas y el resultado fue de 12 sargos y 8 mubles, por lo que hemos desistido hacer un artículo que no merezca la pena, así que hemos hecho éste sobre las anillas.
Tengo ganas de intentar aclarar lo del anillado de las cañas cuando hay que poner anillas locas, para que tanto la caña como la línea del carrete que va por las anillas, "trabajen" de forma correcta. No soy un experto en el tema pues por aquí hemos pescado toda la vida con anillas de puente alto e incorrectamente muchas veces, porque las cañas que vienen de fábrica con anillas fijas, no quiere decir que estén correctas pues muchas de ellas necesitan anillas locas para que la línea del carrete ante un esfuerzo, peso o pez anzuelado no forme poligonales (líneas a modo de cuerdas de círculo) entre las anillas. De todo esto he aprendido mucho de los amigos asturianos (pescan salmón) y de Fermintxo. A las anillas de puente bajo las llaman anillas para salmón y por algo será. Nunca le había dado mucha importancia al uso de anillas de puente bajo, pero ahora que las uso, veo que la caña trabaja mucho mejor si están distribuidas correctamente pues la línea queda más próxima al blank, lo que hace que la curvatura ante un esfuerzo sea más perfecta.
Si vemos la parte superior del gráfico (Figura 1. Disposición incorrecta) vemos que la caña se podría tratar de una caña Veret Arcadia en la que la parte que trabaja mayormente son los 3 tramos de punta y el resto es más rígido. Si la anillamos solamente con anillas fijas, vemos como cuando hay un esfuerzo o peso, la línea del carrete forma entre anillas una poligonal de tal forma que la separación de la línea al blank en los puntos medios de cada tramo es exagerada y desproporcionada respecto a la separación de los otros cuatro tramos de más diámetro de la caña. Para ver mejor el dibujo, picar para ampliar. Si colocamos anillas locas, nos puede pasar parecido aunque menos exagerado, porque las hemos colocado en poco número o a distancias entre ellas y las fijas que no son las correctas.
En la Figura 2. Disposición correcta, se puede ver una buena disposición de las anillas locas, a base de colocar tres en el tramo de punta, dos en el segundo tramo y una en el tercero, todo ello con la caña original y sin haber cortado un trozo de la punta. Con ello conseguimos que la línea del carrete ante un esfuerzo en la punta, tenga una trayectoria aproximadamente curvilínea (o parabólica) sensiblemente similar a la descrita por la caña y en la que las distancias de la línea al blank entre anillas en sus puntos medios son similares aunque se vayan aumentando progresivamente a medida que nos alejamos de la punta.
A la hora de colocar las anillas locas vamos a poner el ejemplo del tramo de punta que se describe en el siguiente gráfico. La medida del tramo de punta de la Veret Arcadia "verde" suele ser de 90 cm y los pescadores veteranos que saben de esto, la suelen colocar 3 anillas locas. A modo de ejemplo: si desde la anilla de la punta a la primera anilla loca L1 hay 15 cm, desde la L1 a la segunda loca L2 hay 20 cm, desde la L2 a la tercera loca hay 25 cm y desde la L3 a la anilla fija del segundo tramo de la caña hay 30 cm, vemos que 15+20+25+30=90 cm que es lo que mide el primer tramo de la caña montada. Todas estas distancias son tomadas con la caña en reposo o recta. Si sometemos a la caña a un esfuerzo y vemos que se comporta como en el gráfico de abajo, es que la disposición es correcta ya que las distancias de la línea o hilo que viene del carrete e introducida por las anillas, guarda distancias similares al blank. En caso de no ser así, iríamos tanteando distancias y anillas hasta conseguirlo.
Posteriormente se va haciendo lo mismo con los tramos siguientes en los que trabaja la caña, aunque lo mejor es poner las anillas locas (además de las fijas) en todos los tramos y ver como se comporta. Así por ejemplo, en La Veret Arcadia "verde" se suelen poner dos anillas locas en el segundo tramo y una en el tercero.
Hay un detalle que en caso de tener una buena pieza enganchada que demuestra si las anillas están colocadas correctamente o no y es que si están mal, nos costará mucho más darle vueltas a la manivela del carrete que en el caso de que estén bien.
Como contrapunto a este tipo de anillado y en base la corta experiencia que llevamos con él, decir que son algo más frecuentes los "líos" de punta, es decir, vueltas que se da la línea en la puntera de la caña. Este contratiempo suele producirse, por ejemplo, tras el intento fallido de clavada o incluso al escaparse algún pez, cuando el corcho y el aparejo con sus lastres salen con mucha inercia en dirección a la vara. En comparación con el anillado de puente alto, esto es lógico ya que además de que con el puente bajo el número de anillas suele ser mayor, también el paso o diámetro de salida de las mismas es inferior.
Otro inconveniente que presenta este tipo de anillado es en el caso de la pesca a corcho corrido. Cuando los topes utilizados en la línea, sean de goma o silicona, presenten un diámetro superior sobretodo a las anillas de puntera, tendremos problemas a la hora de que la línea discurra libremente durante la pesca.
Algunos pescadores, como por ejemplo es mi caso y el de Gorka, tenemos la costumbre de tener siempre la línea lo más tensa que podemos, intentando que forme el menor seno posible. Esta pretensión suele ir acompañada del "dedo en el gatillo", es decir, del índice de la mano que sujeta la caña en la base del carrete tanteando la tensión de la línea. De esta manera conseguimos, en primer término, tenerla siempre localizada y visible, evitando posibles enganches, y en segundo lugar que el golpe de clavada con la caña se transmita de forma más rápida y directa sobre el anzuelo. Pues bien, dicho esto, nos ha costado algo más con este tipo de anillado conseguir la sensibilidad que teníamos antes con el puente alto y que te lleva por ejemplo a saber si tienes carnada con un leve aumento de la tensión en la puntera de la caña.