Como dice el amigo Fermintxo, nos hemos tirado una buena temporada paseando por las piedras ya que los peces han brillado por su ausencia. La época de freza unida a la frialdad del agua, ha hecho que por nuestras zonas cercanas de pesca, haya habido muy pocos sargos. Este hecho, habitual hace años cuando los inviernos, eran inviernos, ha hecho que nuestra presencia en la costa no haya tenido la continuidad habitual, especialmente en mi caso y con todo el tiempo del mundo.
El 3 de abril fui a Kobaron a echar el corcho por la zona de la imagen siguiente sin mucha convicción, con medio cubo de macizo de sardina y unas gambas. Al llegar había media marea subiendo. Seis paletadas de macizo al agua, preparo tranquilamente un bajo de 1,50 m del 0,235 Seaguar 130, lanzo el aparejo, picada y sargo arriba. Otra paletada y otro y así hasta los 10 de la segunda imagen. Luego, al subir el agua, cero patatero, así que para casa y ni tan mal.
He ido tres o cuatro días a Islares para ver si los verdeles hacían acto de presencia sin resultado por lo que los resultados se limitaron a dos o tres sargos por jornada.
Ayer martes madrugué y trás recorrer desde Muskiz hasta Cabo Cebollero (Sonabia), me volví para casa sin echar la caña pues había una mar infernal de brava. Como lo mío es madrugar, hoy miércoles 24 he vuelto a la costa y la mar había bajado el pistón y dado que la marea estaba bajando, he ido a los cantiles de Islares y he recorrido desde La Hermosa (imagen siguiente) hasta Las Troneras.
No había mucho pez, como se puede ver en la siguiente imagen, pero los pocos que había eran de buen tamaño.
El ejemplar de la foto siguiente medía entre 45-46 cm y aunque no la he pesado, andaría cerca de los 2 k.
He llevado dos cañas, la Veret verde y otra que tengo para varear con los chivos que es de 4,50 m. Esta última la empleo cuando la puesta está en vuelo, es decir, cuando el cantil está remetido por debajo de nuestra posición. El motivo es poder meter el aparejo hacia dentro a la pared del cantil, para lo cual la caña además de tenerla asida lógicamente, apoyaremos en el antebrazo el tramo de la caña que hay entre el carrete y el talón, vamos, como la postura para mover los señuelos. Está claro, que hay que meter la punta de la caña por debajo de nuestra posición en el roquedo.
El aparejo que he empleado es el de la imagen siguiente y he llevado enguado de sardina y como carnada gamba y filetes de sardina.
El sábado día 20 fuímos Miguel, Gorka y el menda a Ondarroa y no había mucho pez. Miguel pescó un magnífico sargo de 2,145 k y luego en Lekeitio, Gorka pescó otro de 1,870 k. Hay pocos pero gordos.
Y nada más, que parece que la cosa está mejorando, a ver si es verdad. Suerte!