Tras contar con el correspondiente permiso de la jefas de casa, Miguel y el menda decidimos irnos el viernes día 19 del presente mes de diciembre, a hacer una excursión por la costa lucense. El gorrión de campanario que es Gorka, se enteró y se sumó al carro. Tras hablar previamente con Manolita, la dueña del hotel "El Pedregal" de San Cibrao (San Ciprián) y reservar habitaciones, Miguel y yo, salimos a las 4,30 h de la mañana solitos, puesto que Gorka trabajaba medio día. Nosotros llegamos hacia las 9,30 h. Gorka por su parte, llegó hacia las 18,15 h.
Una vez que dejamos la bolsa de viaje en el hotel, nos fuimos a dar una vuelta por la costa. La mar, tal y como indicaban los partes, estaba infernal. Como ya conozco la zona, nos fuimos al oeste del espigón del portiño de Morás, donde hay un par de rincones, en los que se podía echar la caña y así lo hicimos hacia las 12 h y sin cambiarnos de ropa, ya que se llega con el coche hasta allí mismo.
Estuvimos como una hora y pescamos 6 sargos guapos (no saqué foto), tras lo cual nos fuimos a comer donde Manolita. Comida de casa y muy a gusto. Tras comer, fuimos a dar una vuelta por la costa hacia Burela, pero sin intención de pescar, sino más bien para que Miguel conociera la zona por si algún día pernocta por allí. Y allí que se presenta Gorka, ¡sin haber estado nunca! Y es que este pollo, quiere aprender todos los sitios, para luego peinarnos, pero no tuvo suerte pues estábamos ya de vuelta junto al coche. ¡Joder, que suerte! Aunque no lo creáis, ya ha estado olfateando la zona alguna vez con su tío Rubén, a cuyo hijo por cierto le deseo una pronta recuperación. Después a tomar unos tragos con Juan, el de la tienda de pesca "O Rubio", a cenar, comos se puede deducir de la foto inferior y al sobre, para el sábado intentarlo.
También hicimos una visita a las dueñas de la Joyería Arca, Begoña y su madre, a las que podéis ver en la siguiente foto, posando con elegancia, naturalidad y belleza. También estuvimos con Jesús a última hora. Gente estupenda, en donde seréis bien atendidos y lugar ideal para comprar algún detalle para camelar a la contraria y conseguir que nos deje ir más tiempo a pescar. Bueno, esto último es una broma.
También estuvimos con Juan, de la tienda de pesca "O Rubio", un gran amigo con quien departimos unos ratillos en su comercio y otros tomando unos vinos. Recomiendo a cualquier pescador que acuda a San Cibrao, que se pase por el comercio de Juan, donde podrán adquirir buen material a buen precio. Seréis atendidos de forma inmejorable. ¡Un saludo Juan! Juan es el de rojo... de la izquierda.
El sábado salimos de "El Pedregal" a las 7,30 h hacia la costa. Primero nos dirigimos a Morás, donde habíamos estado Miguel y yo el día anterior. Es la zona de la foto inferior. La mar no estaba tan mal, pero arrastraba mucho en los reflujos. Después de nosotros llegaron otros 5 pescadores de boya. Yo me dediqué a dar una vuelta por los alrededores, mientras Miguel y Gorka lo intentaban. Tras una hora y pico, el único que pescó un sargo fue Gorka. La zona es la que corresponde a las dos fotografías siguientes.
Después nos dirigimos hasta Vicedo a la zona este de la playa de Xilloi. Yo bajé a una puesta próxima a la playa. Estaba ideal pero el agua estaba atiborrada de algas en suspensión, por lo que vuelta al coche a dejar los bártulos y un paseo hasta donde estaban los socios y que corresponde a la foto inferior. como se puede ver la mar estaba muy pasada por los golpes, pero a base de insistir, pescaron los 5 sargos de la foto. A la una recogieron y nos fuimos al espigón de Vicedo, pero estaba como un balde, por lo que volvimos a "El Pedregal" a comer caliente y bien.
Tras la comida, Gorka y Miguel siguieron insistiendo y fueron al rompeolas de San Cibrao, mientras yo me eché una siestilla en el coche y luego a darme un garbeo por la zona. La zona en que estuvieron pescando es la de la foto inferior. En la siguiente se le ve a Miguel sacando un sargo.
El resultado de la jornada vespertina fueron los 5 sargos de la siguiente foto.
Como deduciréis, pobre bagaje para tan largo viaje, pero la mar mandó esta vez. No obstante debo decir que aunque no se pesque, merece la pena el viaje por la gente, los amigos y amigas que visitamos y por el paisaje, entre otras muchas cosas agradables.
El domingo salimos a las 7 de la mañana y llegamos a Muskiz a las 12 h. Decir que hicimos parada en el restaurante Villuir de Otur para tomar un café con leche y unos bollos. Ya dirá José Groeiro "Pín": ¡Qué cabroncetes, no me han llamado! Pero era pronto y menos mal, pues si nos topamos con el equipo Bianchi, igual estamos todavía por allí. Un saludo y que tengas buen año próximo.
6 comentarios:
Como os lo pasais, pajaros¡¡¡
Una escapadita al año no hace daño.
En viajes de esos, yo echaria la caña sin cebo para que no me molesten ni los peces¡¡¡
feliz año a todos lo primero, bonito reportaje maestro yo pienso como tu de vez en cuando hay que cambiar de aires y pisar otras piedras mas lejanas aunque las piezas no acompañen , la estancia la compañia y las vistas merecen la pena , ademas dejas descansar a este caladero, un saludo.
Pues sí, amigos, la verdad es que con caña o sin caña, hay otras muchas cosas que te pueden satisfacer. un saludo para ambos.
!!Ufff!!Creo que algun guiputxi no estara muy contento,con las ganas que tiene de arrasar por esos lares.je,je,je.
ONDO PASA
Que envidia Ramontxu,en Semana Santa ire para ya haber si las chicas me dan permiso para pescar un par de días y luego a jamar un poquito de marisco donde tu ya sabes.
Excursion guapa, lo de la pesca es lo de menos.
Iñaki: Los permisos hay que trabajarlos y no lo digo por Joyería Arca, pero puede ser una opción de camelar. En lo del marisco estoy de acuerdo contigo. Y pescar no es condición de vida o muerte; hay otras cosas estupendas. Un saludo para tí y a las féminas de casa. Agur!.
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