PARA NO PERDER LA FORMA

Había pensado bautizar la entrada "Para no oxidarnos", pero precisamente tal y como estaba el tiempo, con tal humedad, no parecía lo más apropiado.

El sábado día 22 acordamos la hora de quedada y una llamadita previa a salir de casa, pues como así fue, intuíamos que el temporal de viento y agua nos haría desistir. Ramontxu, el más sensato y experimentado, fue el primero en tomar la opción de la cama mientras Miguel y yo propusimos hacer otro intento a las 8:30. Me levanté, salí de casa y me dirigí a ver la mar a la entrada del Superpuerto. Acto seguido, telefonazo y sabia decisión de posponerlo para el día siguiente. El viento era racheado y huracanado de nor-noroeste, mientras que la mar no había subido tanto como indicaban los pronósticos.

No perdimos la mañana y con materia prima y una picadora estuvimos preparando y reponiendo las existencias de macizo de sardina. Claro está, no faltaron unos potes en el agradable barrio de Galdames, menos mal que escapamos, de Escapini claro, a tiempo porque estos chigres son muy peligrosos, mientras Ramontxu hacia lo propio por Las Karreras (Abanto), ambos municipios vizcaínos próximos a Muskiz. De mientras a esperar acontecimientos para la jornada del domingo.

El domingo, a la hora habitual, nos liamos la manta a la cabeza y dirección a Ondarroa. Las previsiones eran similares y tuvimos un viaje bien pasadito por agua. Desde Ondarroa fuimos dirección Lekeitio mirando la mar en los lugares de costumbre y mientras decidíamos... allí que aparecen en primer lugar Maky en su fórmula e Igor quien a duras penas podía seguirle el ritmo. Serían las ocho y algo de la mañana.

Ya en grupo realizamos varias paradas más en el recorrido en las que Ramontxu fue indicando a Igor y Maky zonas de pesca con sus respectivas bajadas ya que esa zona la tiene muy trabajada, además de ir buscando alguna puesta aceptable. Finalmente, los tres decidieron bajar juntos mientras Miguel y el que escribe decidimos ir a tantear otra área que el druida nos describió y que nos pareció tentadora para investigar.

Como siempre que las condiciones climáticas son tan poco apacibles, el material gráfico es escaso, ya que o está lloviendo o de alguna manera tienes las manos mojadas con el consiguiente riesgo para el equipo no apto para pasar por remojo. Esta imagen, en una de las treguas, da una idea del tipo de pesquero donde estuvimos, con un buen fondo de piedras que se cubrían con la marea. Y aunque muy extenso para probar, las condiciones extremadamente resbaladizas de las piedras así como el desconocimiento del lugar y de las posibles salidas, nos hicieron guardar prudencia y sólo probamos un par de puestas. No obstante tomamos buena nota de del sitio, de los pasos y de los txokos con acceso para ser calados. Así que cuando las condiciones lo permitan atacaremos con refuerzos, ya que es una buena zona para marejadas y puedes correr mucha costa estando seco.

Las descripciones de Ramontxu acerca de cómo abandonar el lugar, una vez que el acceso quedase cerrado por la marea, fueron precisas pero la larga distancia a recorrer por las peñas mojadas nos hicieron buscar otra alternativa. Con tranquilidad y el buen hacer del guía, léase Miguel y que para eso es sordero de pro, salimos fácil de allí a pesar de que la lluvia no estaba por la labor de facilitarnos las cosas.

La pesca de la jornada. Asumo el mea culpa y se la lanzo a mis compañeros, pues somos unos guarretes al mostrar el pescado en estas condiciones. Si bien es cierto que no estaba fácil para darles un repaso con agua, pero habrá que mejorar para las próximas.

El macizo empleado fue sardina fresca picada, cebo de cangrejillo vivo y congelado y gamba arrocera, bajos del 0,225 y 0,205 mm de Fendreel, anzuelo revirado a la derecha del 1/0 y 2/0, y un calado de pesca entre 1 y 3 m, con un plomillo en el bajo y línea lastrada con 3 plomillos redondos de 8 mm de diámetro. El corcho de champán, como siempre. Y eso es todo asi que, ¡hasta pronto que nos vemos dentro de nada!