NO SÓLO DE PECES VIVE EL HOMBRE...

Ni los gatos, pues el que veis en la foto de hace algunos años, aunque se había comido tres serranos, karraspios o farros, también se jaló unos tacos de chorizo y luego casi se dormía... bueno, se durmió. Como anécdota decir que la caña era la famosa QH, muy dura y resistente aunque no me acuerdo de que marca era.

No obstante, nuestra cuadrilla está dejando un poco de lado las buenas costumbres que siguen practicando por ejemplo Basilio. Iker, Eulogio, Jose “Sargoboya”, Jon, Oscar, etc., con sus viandas y bebida al pie del roquedo u otros como Iñaki Vallés (“La Jargüeta”) y Mane que prefieren hacerlo a plato puesto después de la costera. La conclusión es que la pesca es importante, pero la jamada y el trinki no lo es menos.

Hace años practicábamos este sacrificado deporte cuando íbamos Nolo Cerro, Nino, Fernando, Gorka, Andrés y José Incera "Pepo", Orlando, etc., llevando hasta cocina de butano, taburetes, mesa plegable, etc. He dicho sacrificado porque las cantidades eran de órdago y había que acabar con ellas. Como prueba fehaciente de estas fechorías, os expongo la siguiente documentación gráfica.

En esta primera toma, se puede ver a Nolo y Andrés, preparando la ofrenda a los dioses de la pesca con unas suculentas chuletas asadas con carbón vegetal y unas piedras que nivelaban la parrilla. Se puede observar como las miradas están fijas en ellas y la cesta de pescado ignorada, lo que demuestra que la pesca no lo es todo y que el hombre, no sólo vive de pesca, sino también de chuletas y más cosas para regocijo del bandullo.

En esta otra tomada en las mesas de Ogella (Ispaster), están Nolo y Ramontxu con los víveres ya muy escasos y unos pocos cascos vacíos, lo que ratifica lo dicho anteriormente.

Si la situación es desesperada, podremos sobrevivir (siempre y cuando tengamos la precaución de llevar una bota de vino y un mendrugo de pan) como lo hacíamos hace 40 años, cogiendo unos bichos de éstos a pie de obra, mejor dicho a pie de roca, como los de la foto. Lo malo es que corren mucho, pero ¡ojo en Galicia y Cantabria! que penalizan a los perseguidores.

En ocasiones nos dejamos llevar y el vicio y el refalfio nos pueden. Bueno, ésto es un lujo que nos muestra Gorka de su colección, como consumado angulero.

Podríamos dar otras alternativas, pero lo que no se debe de hacer es dormirse después de comer, bien en el roquedo, bien en el coche o bien en una charla, como lo hacen los individuos de las fotografías siguientes. Y es que queremos pescar, comer, beber, dormir y............ que todo no puede ser, malpensados.

Txema roncando en la lastra. Es curioso, luego dice que no duerme nada...

Éste parece que anda probando las cervicales.

Y nos quedamos en los brazos de Morfeo como gato panzarriba.

Éste en el asiento trasero del coche.

Y éste en el delantero en labores de copiloto... debían ir primeros. El de abajo a su bola y más feliz que un cortapichas.

¡Hasta la próxima! Me voy a tomar unos potes y a comer. Bueno, todavía no ya que no os he contado la jornada de pesca del pasado sábado día 23, porque el domingo día 24, nos quedamos en la cama dado el excelente tiempo primaveral que tenemos.

En la siguiente foto, yo y mi compi Miguel hablando de no se que y dándole ya al fumeque antes de partir.

Quedamos pronto en el aparcamiento del campo de fútbol los tres mosqueperros y nos dirigimos en dos coches hasta la depuradora de Castro Urdiales a ojear el panorama. La mar era de marejadilla, con algo de fondo aunque no demasiado. Lo malo fue que nada más llegar, estaba la tormenta cerquita con unos rayos, truenos y relámpagos de la madre del cordero. Por si fuera poco, empezó a lloviznar y algo brisa del oeste-suroeste. La papeleta era mala aunque intuíamos que era una cosa pasajera, pero no sabíamos su duración y además había que contar con que las lastras estaban mojadas.

Tras debatir un buen rato sobre posibles puestas, yo me volví para casa mientras que Miguel y el Gorka esperaron un buen rato hasta que pasó la tormenta, desayunando y todo en Castro Urdiales. Entre una cosa y otra, bajaron ya de día a la zona, empezando a pescar por la puesta que se aprecia en esta foto de archivo, para posteriormente ir haciendo una pesca itinerante.

Pescaban uno o dos sargos y luego bogas. Recorrieron toda la zona, pero las bogas les hacían la vida imposible, por lo que hacia las 10,30 h decidieron recoger los bártulos. Les llamé justo cuando estaban iniciando la ascensión, mientras estaba en el bar La Terraza de Ajo desayunando a base de chorizo picante y queso Picón y como trinki kalimotxo.

Encima me salió gratis pues me invitó Pedro Luis, el dueño del bar y un viejo amigo. La escapada tenía como disculpa el llevarle un libro a un chico de Ajo llamado Imanol que es conocido de "Piti". Éste paró en La Terraza acompañado de su señora y estuvimos un rato dándole al palique.

Unas fotos en detalle de estos conocidos y apreciados espáridos que Gorka sacó para que Nervión pueda tomar como muestra y hacer un artificial similar. Ya nos contarás que tal ha quedado y mejor aún, que tal funciona.

Este es el resultado de la pesca entre los dos, 19 sargos y una oblada, lo cual no creo que esté nada mal en una zona tan sobrepescada, infestada de bogas y en el tiempo que estuvieron. Me dijeron que fue muy raro no coger más obladas y sobretodo algún durdo, pues hubo ratos en los que los buscaron con toda la intención. Las cañas son la Sargo Sonabia de 7,50 m y la Sargo Titanium de 7,70 m.

Los bajos fueron del 0,235 y 0,205 mm, con un calado de pesca entre 1 y 4 m, un plomillo en el bajo de 4 mm y anzuelo revirado a la derecha del 2/0. El macizado con quisquilla viva y como carnada la propia quisquilla, gamba y cangrejillo.

Queridos compañeros, ¡salud!