El sábado madrugamos Miguel, Ramontxu y yo, y nos digimos a ver las marismas y vegas de Gernika. El panorama es desolador ya que estuvimos pateando las vegas y zonas que poseen compuertas y el estado de abandono es total, con algunos de los tubos soterrados que cruzan las munas desplazados (no están alineados), lo que conlleva a que se atasquen con ramas y algas las zonas desplazadas, con la consiguiente disminución de la sección de entrada y desagüe, que unido a la fijación de ostras, hace que haya aporte mínimo de aguas de marea y la consiguiente regresión de la fauna acuática, como las quisquillas por ejemplo.
A través de los tubos mencionados, que comunican las vegas o zonas interiores con las marismas o zonas exteriores, es por donde entra y sale el agua de las mareas, imprescindible, no solamente para la reproducción de las especies que habitan los caños y pozos de las vegas como pueden ser las quisquillas, cangrejos verdes, alevines y gusanas, sino también para la flora propia, así como de las aves que las frecuentan, por lo que se está alterando el ciclo biológico.
Una prueba irrefutable del descuido de las instituciones por el estado de las vegas, son las fotografías adjuntas en las que se puede ver como los caños interiores de una vega tienen el agua corrompida al no tener apenas aporte de agua de las mareas. Se puede observar la cantidad y tipología de algas que subsisten a duras penas en los cauces estancados.
Otros caños están prácticamente secos pues han perdido un calado de agua de entre 0,50-1 m, con lo que el ecosistema se está degradando a pasos agigantados.
En definitiva, que no hay un Plan Territorial sobre la recuperación de dichas zonas y sin embargo se alardea de hacer otros "Planes", como el Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas, en los que se especifican zonas de protección, cuando en realidad deberían ser de recuperación ecológica, pues sin actuaciones recuperadoras y "protegiéndolas" simplemente, lo que se está consiguiendo es su degradación paulatina y futura desaparición.
Un ejemplo de ello es la zona de protección de Pobeña (Muskiz) en la que no se permite extracción de cebo alguno, a la vez que la arena de la playa va invadiendo y desertizando todo el estuario y vega de Areño. Opinamos que la construcción del Superpuerto exterior ha influido, influye e influirá en las corrientes de la zona y es lo que produce el aporte de arena a la zona, así como de canto rodado en el lado este de la playa de La Arena, hechos ambos constatables desde la construcción de dicho espigón.
Sin ir más lejos la tarde del viernes, cambié la siesta por las botas de goma, para bajar la copiosa comida que degusté con Ramontxu en el Puente y me fui a recorrer toda la citada vega de Areño que conocemos comúnmente como los "pozos de Pobeña". La pateé de cabo a rabo y pude comprobar de primera mano el superlativo cambio que han sufrido los pozos y caños tanto en morfología, calado, como naturaleza del sustrato de superficie y es que la arena ha invadido gran parte de la superficie disminuyendo sustancialmente el calado en unas zonas y desecado otras. Decir asimismo que el sustrato de arena constituye el hábitat más pobre para las especies propias de la zona. El sustrato propio de estas zonas es el limo, lodo o fango y el más prolífico para las especies.
Los signos de vida son escasos, antítesis de lo que hasta yo, con mi juventud he conocido, no te quiero ya contar, por proximidad, Ramontxu o mi difunto abuelo "Lencio" Laza alias "Jesucristo", pescador de pro y experto angulero, de quién he heredado esta gratificante afición. Antaño era comun coger con redeño de mano una abundante ración de quisquilla rubia para ir acto seguido a la Barra de Pobeña a pescar sargos y lubinetas, formación rocosa en el margen izquierdo de la Playa de La Arena, cosa que hoy en día se antoja harto complicada.
No obstante, volviendo a la mañana del sábado, y con mucho sacrificio pudimos coger unas raciones de quisquillas para ir el domingo a pescar. A la vuelta de la expedición, tuvimos, esta vez con aún mayor "sacrificio", que degustar, casi obligados, unos chuletones que nos regaló Andrés Salvarrey el "alma mater" de Fontanería Muskiz, en el txoko de Andrés Incera, amigo y compañero de pesca, acompañados también por Jose Lambarri "Txitxa", otro buen amigo y pescador de Muskiz. El que se lo perdió fué nuestro amigo Fernando Cuñado que tuvo una boda, pero seguro que no pasó hambre.
El domingo nos fuimos Andrés, Ramontxu, Miguel y yo hasta Ondarroa, recorriendo posteriormente la costa comprendida entre Zumaia y Guetaria buscando zonas nuevas, pero había poco pez. Pescamos unos sargos pero tiramos al agua muchos sarguetes y alguna lubineta de tamaño ínfimo. Así que con la moral por los suelos, ni sacamos ni fotos, pero lo que si sacamos fueron unas buenas conclusiones para próximas expediciones. Y es que hay que probar y experimentar, que los peces no van a venir al cesto. Hasta la próxima.
También hay zonas de pozos que antaño estaban repletas de quisquillas y se han ido anegando de lodo, todo ésto ante la impasibilidad de las instituciones.
En definitiva, que no hay un Plan Territorial sobre la recuperación de dichas zonas y sin embargo se alardea de hacer otros "Planes", como el Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas, en los que se especifican zonas de protección, cuando en realidad deberían ser de recuperación ecológica, pues sin actuaciones recuperadoras y "protegiéndolas" simplemente, lo que se está consiguiendo es su degradación paulatina y futura desaparición.
Un ejemplo de ello es la zona de protección de Pobeña (Muskiz) en la que no se permite extracción de cebo alguno, a la vez que la arena de la playa va invadiendo y desertizando todo el estuario y vega de Areño. Opinamos que la construcción del Superpuerto exterior ha influido, influye e influirá en las corrientes de la zona y es lo que produce el aporte de arena a la zona, así como de canto rodado en el lado este de la playa de La Arena, hechos ambos constatables desde la construcción de dicho espigón.
Sin ir más lejos la tarde del viernes, cambié la siesta por las botas de goma, para bajar la copiosa comida que degusté con Ramontxu en el Puente y me fui a recorrer toda la citada vega de Areño que conocemos comúnmente como los "pozos de Pobeña". La pateé de cabo a rabo y pude comprobar de primera mano el superlativo cambio que han sufrido los pozos y caños tanto en morfología, calado, como naturaleza del sustrato de superficie y es que la arena ha invadido gran parte de la superficie disminuyendo sustancialmente el calado en unas zonas y desecado otras. Decir asimismo que el sustrato de arena constituye el hábitat más pobre para las especies propias de la zona. El sustrato propio de estas zonas es el limo, lodo o fango y el más prolífico para las especies.
Los signos de vida son escasos, antítesis de lo que hasta yo, con mi juventud he conocido, no te quiero ya contar, por proximidad, Ramontxu o mi difunto abuelo "Lencio" Laza alias "Jesucristo", pescador de pro y experto angulero, de quién he heredado esta gratificante afición. Antaño era comun coger con redeño de mano una abundante ración de quisquilla rubia para ir acto seguido a la Barra de Pobeña a pescar sargos y lubinetas, formación rocosa en el margen izquierdo de la Playa de La Arena, cosa que hoy en día se antoja harto complicada.
No obstante, volviendo a la mañana del sábado, y con mucho sacrificio pudimos coger unas raciones de quisquillas para ir el domingo a pescar. A la vuelta de la expedición, tuvimos, esta vez con aún mayor "sacrificio", que degustar, casi obligados, unos chuletones que nos regaló Andrés Salvarrey el "alma mater" de Fontanería Muskiz, en el txoko de Andrés Incera, amigo y compañero de pesca, acompañados también por Jose Lambarri "Txitxa", otro buen amigo y pescador de Muskiz. El que se lo perdió fué nuestro amigo Fernando Cuñado que tuvo una boda, pero seguro que no pasó hambre.
El domingo nos fuimos Andrés, Ramontxu, Miguel y yo hasta Ondarroa, recorriendo posteriormente la costa comprendida entre Zumaia y Guetaria buscando zonas nuevas, pero había poco pez. Pescamos unos sargos pero tiramos al agua muchos sarguetes y alguna lubineta de tamaño ínfimo. Así que con la moral por los suelos, ni sacamos ni fotos, pero lo que si sacamos fueron unas buenas conclusiones para próximas expediciones. Y es que hay que probar y experimentar, que los peces no van a venir al cesto. Hasta la próxima.
3 comentarios:
En todos los sitios parecido, aquí también mucha obra que si espigón nuevo, que si depuradora, que si esto y lo otro, que si no puedes pillar cebo, etc., y luego lo queman todo a base del hormigón y los vertidos, que no hay una esquila ni una pulga en toda la costa... en fins...
Saludinos
No pasa nada Equipo,esa zona no es muy buena,Zumaia,Guearia,hay que conocerlo,yo es raro que valla por hay.Tengo un par de txokos.Prosimamente....
Como esta el tema Gorka,vaya soba para coger un puño de quisquillas, hemos recorrido media Cantabria y por cierto ojo con quisquilleros de saco en Santoña andan los verdes resabiados.Al final hemos ido a Liendo a pescar debajo de los ojos del diablo y hemos cogido media docena de Sargos pero no muy grandes,otra soba que subidita ufff
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