Muy buenas de nuevo sufridores, ya estoy otra vez por aquí. Parece que la abulia va remitiendo. Vamos con la primera parte del pasado mes de septiembre en el que, como comentaba, se hicieron algunas buenas pescas.
01 DE SEPTIEMBRE DE 2.013
Para ese domingo en cuestión quedé con Edu, el riojano, que parece el Olentxero, pues siempre nos trae la furgoneta cargada de presentes. Así da gusto, y más con los zumos de uva de fermentada que nos traes para que no se nos atasquen las viandas, ¡jeje!
Ésta fue la zona de pesca elegida. Desde la atalaya vimos que estaba un poco pasada pero decidimos jugárnosla, a pesar de que nos gusta menos mar para este tipo de frentes expuestos de aguas caducas.
La mar ese día tenía buenas belladas. Pero las series te hacían correr para evitar el chapuzón y más en este pesquero tan bajo. Aún así, raro es que en este tipo de roquedos no lleves los pies calados, mínimo hasta el tobillo, ya que la mayoría de las veces siempre hay algún pozo que se te mete debajo de la bota, ¡jajaja!
Coincidía, creo recordar, una bajamar pequeña sobre las 9:00 am. Al alba, con la marea bajando por tanto, nos dejó pescar más o menos a gusto. Podíamos arrimar al tronco de la piedra y el macizo de sardina trabajaba donde queríamos. Los sargos se metieron en poco calado e iban saliendo en fila india. Éstos reunimos en poco tiempo de dos txokos mientras nos quedábamos sin agua.
Así que andábamos contentos y aquí estamos los dos figuras haciendo la comedia, que se nos da tan bien o mejor que el segundo tiempo.
Con el cambio de marea, los golpes fueron in crescendo y había reflujo excesivo para mantener el aparejo en los caños de poco calado como nos gusta. De hecho sólo fuimos capaces de robar algún sargo más, mientras retrocedíamos sobre nuestros pasos a medida que la marea avanzaba.
La pesca finalmente se quedó en estos 19 ejemplares, que ayudaron a redondear una jornada matutina agradable y entretenida, donde también hubo escapinis y hasta algún piercing pusimos, ¡jeje! Tuvimos muchas picadas también de sargos pezqueñines y como no de las archinombradas bogas, que no suelen faltar a la cita en esta zona. Pescamos con bajos del 0,23 y 0,21 mm, y encarnamos con gamba, cangrejillo y langostino, aunque con éste último pelado no hacíamos carrera con las susodichas.
La foto de carnet que no falte y esta vez la de castaño al fondo muerta de risa. Se ve como los caños iban cogiendo ya calado y era hora de abandonar la puesta.
MEDIADOS DE SEPTIEMBRE DE 2.013
Las dos semanas siguientes del noveno mes no tengo registros reseñables de actividad pesquil. Aunque sí fueron fructíferos en paseos e investigación, ya que en la cama nos ha dicho el veterinario que no se puede quedar uno.
En una de esas excursiones nos topamos con esta bella estampa de la Isla de Izaro, situado frente a las costas de Bermeo y Mundaka. Eran las 7:30 am.
Proveniente de la marisma de Urdaibai y siguiendo el curso de la ría de Mundaka, salía una lengua de bruma empujada por la brisa, que se desviaba en la desembocadura. El manto de niebla cubría el islote. La imagen está sacada desde las proximidades de la playa de Laga. Al fondo a la derecha, la Gaviota que refleja el sol del amanecer y a la izquierda el Cabo de Matxitxako.
Desde el lado opuesto, pegando a la playa de Laida.
Y en una de esas jornadas sin mucho que contar nos pasó algo, al menos sorprendente. Está claro que en la pesca uno nunca deja de aprender. Hay que estar abierto a las enseñanzas y tomar buena nota. Salimos ese día Iker, Akeitza y el menda. Nos propusimos madrugar e intentar robar algún sargo en el pesquero de la imagen con nocturnidad, ya que había un golpe de ola muy escaso. Y así fuimos robando 3 o 4 sargos muy a lo zorro hasta que empezó a repuntar el agua.
Y aquí en el txoko de la imagen, casi único rincón con algo de golpe, conseguimos meter algún glotón sobre las diez de la mañana. Pero bueno, la pesca en sí, no sé si fueron 12 o 15 ejemplares pescando con 1 caña los tres, no es lo importante.

Al grano. Como ya estábamos aburridos por el tiempo que llevábamos dando vueltas por el pesquero y la poca actividad, a Iker se le ocurrió hacer un aparejo con el 0,20 mm para pescar a mano, tal y como se observa en el documento gráfico. Seguido me animé yo. Y nos pusimos mano a mano los dos y completamente asomados, tal y como se le ve a Iker. La única caña era la largura del brazo. Cuál fue nuestra sorpresa cuando fuimos capaces de sacar tres sargos reglamentarios así. Os podéis imaginar la comedia que teníamos y lo que nos pudimos reir porque con la caña no picaban ya. Es más. Me coloqué de rodillas asomado en la arista delante de Akeitza. Eché una palada de macizo de sardina y vi como se cebaba un sargo. Le eché el aparejo y puede ver cómo picaba, cómo mordía la gamba. Se me soltó una primera vez y a la segunda le dejé picar bien y lo saqué. Increíble. Ver para creer. Y al pobre Akeitza no le picaban, ¡jajaja! Estos sargos están locos.
20 DE SEPTIEMBRE DE 2.013
La tarde de este viernes, nos calentamos la cabeza Iker y yo, y decidimos ir a dar unos corchazos nada más salir de trabajar para tantear una zona de pesca que teníamos olvidada. Cogimos un par de bocatas, algo de dulce para el bajón de azúcar, un poco de red bull del que da alas y al ataque que nos tocaba darnos la soba. Para más inri había un xirimiri pertinaz con lo que la sudada estaba garantizada con la chaqueta de agua y la caladura probablemente también.
La zona de pesca estaba un poco justita de color y clareaba bastante en las belladas. No obstante para aprovechar la tarde del viernes valía de sobra. Así que nos dividimos y mientras Iker fue a investigar y saltaba de roca en roca yo me puse a probar en los txokos más cercanos.
Nos teníamos vigilados y podíamos comprobar como poco a poco los sargos iban asomando, con alguno de muy buen porte incluido. Con la pleamar se quedó el roquedo demasiado bello y les costaba picar. Pero al empezar a bajar volvió a coger color y con ello la actividad.
Fuimos pescando de forma itinerante txoko tras txoko hasta que apuramos el macizo de sardina. Además se acercaba el ocaso y no queríamos volver de noche. Por cierto, acabamos calados como no podía ser de otra manera. El xirimiri iba y volvía y ya sabéis lo que pasa al final con el gorro y la chaqueta de agua, ¡jajajaja!
Finalmente estos fueron los que guardamos. Una buena y trabajada pesca para la tarde del viernes. Pudimos comprobar que pescado había por la zona, aunque también mucho sargo palmero y alguna boga suelta.
Y ahora venía lo mejor y no era el almuerzo. Ya lo dice Miguel. Que a estos pesqueros de bajadas tan largas y costosas, si vas y no pescas mal. Pero si pescas mucho peor, que hay que subirlo, ¡jajaja! Bueno, prefiero cargar la de castaño que siempre se sube con otra alegría, ¡jeje!
Y por cierto, aquí está la susodicha cargada. Para ésta ya los habíamos adecentado un poco que en las rocas estaban sin limpiar. Comentar que pescamos con bajos de 0,23 y del 0,21 mm. El calado de pesca osciló entre 1,5 y 3 m. También hubo alguna largada fuera con toda la caña de calado, donde las bogas no te dejaban ni caer. Como carnada, los habituales langostinos y gambas.
Bueno y la foto de despedida con cara de felicidad como era lógico y ya hidratados. Y aquí estoy sólo yo porque Iker es muy vergonzoso y no se quiso poner. Pero descuidad, que pronto le vamos a ver bien al pájaro con la que lió a finales de este noveno mes con Akeitza. Así que me pongo ya a preparar la segunda parte del septiembre que aún hay mucho retrasado. ¡Hasta pronto compañeros, buena pesca y que os toque la lotería!