¡Vaya fin de semana! Cuando no es por una cosa, es por otra. Ya sabemos que suena a disculpa, pero no es así, puesto que cuando vimos la mar el viernes estaba floja y se nos afilaron los dientes pensando en pescar en la costa de Ajo en Cantabria, pero no hay como ilusionarse con una cosa para que se desvanezca el sueño como así fue. Al levantarnos el sábado, breve vistazo por la ventana y un zirimiri (llovizna fina y seguida) no muy intenso nos dió esperanzas, así que a las 5 de la mañana ruta para la localidad cántabra.
En Muskiz y también por la autovía A-8 llovía, pero al llegar a la playa de Ajo, la lluvia era mucho más intensa. Estuvimos esperando unos 30-40 minutos y cada vez estaba más cerrado, por lo que tiramos la toalla y vuelta a casa para las 7 h. Total, un paseo de 124 km más o menos y 1h y 20 min para nada. ¡Qué gusto volver a coger las sábanas!
El domingo otra vez al ataque a las 5 h y nos fuimos a la salida de Castro Urdiales a ver la mar al lugar de costumbre. La mar estaba parecida, pero esta vez, el viento del oeste era bastante fuerte y dada la orientación de la costa del Cabo de Ajo, la pesca sería impracticable con dicho aire en las zonas de costas expuestas orientadas al oeste y que eran las únicas en que había posibilidad de pescar algún pez con la marejadilla que había.
¿Qué hicimos? Pues maratón, ya que cogimos la A-8 y nos fuimos hacia el este hasta Ondarroa a la playa de Saturrarán (91,8 km - 1h 17 min), zona ésta en la que por la orientación de la costa el viento era soportable, pero la mar estaba muy floja. Yo me fui a la misma punta Eskilantxarri, flecha derecha de la imagen, yendo Gorka al saliente marcado con la flecha de la izquierda, tal y como se indica en esta fotografía antigua.
Estuvimos pescando hasta las 9 y luego nos fuimos hasta el frente de la fábrica de maderas de Lekeitio (12,1 km - 11 min, lo peor son las 113 curvas del tramo que pacientemente contó Pepo Incera), donde la mar estaba preciosa para pescar, pero el viento era exagerado por lo que tuvimos que desechar la opción y nos dirigimos, otra vez, por la carretera de la costa, otra vez las 113 curvas vía Ondarroa, hasta Deba (17,7 km - 21 min). Tampoco había opciones pues la mar por dicha zona estaba como un balde de agua, así que recorrido de vuelta a Ondarroa dirección Markina y hasta Durango, donde tomamos la A-8 hasta Muskiz donde llegamos a las 11,45 h (86,9 km - 1h 5 min). Decir que por el camino intentamos almorzar en Iruzubieta pero cuando las cosas están torcidas... estaba cerrado. Otros 220 km aproximadamente, peajes, 2h y 54 min en carretera... y es que lo nuestro es corretear. (El que quiera que saque el cálculo del gasoil)
Como aclaración diremos que Muskiz limita con Cantabria y la playa de Saturrarán pertenece a Mutriku (Gipuzkoa) y está en el linde con Bizkaia. En el extremo este de dicha playa, se encuentra el único caserío marítimo de Gipuzkoa llamado "Saturraran Zahar", de alto valor histórico y que sirvió como fuente de inspiración a Pío Baroja en su novela "Las inquietudes de Shanti Andia".
Volviendo al grano, llegamos a las 6,30 a Saturrarán, la pleamar era a las 10,13 h de 11,6 pies. Era buena marea para allí, ya que no te cierra por la zona estrecha de la fotografía siguiente. Además son mejores las mareas de este tipo para pescar en dichas puntas, puesto que cubren lo suficiente los escollos que hay en el agua.
Reparando en el pesquero, estas dos puntas eran las únicas zonas dónde hacía un pelín la mar y que unido al día gris que amanecía, nos posibilitaba alguna opción de engaño.
¡Menudo gorrión o gurriato que estaba alli a la izquierda! Como estaba el agua clara y la bar batía poco, esperaba agazapado bien atrás en la peña, todo lo contrario que haría una gaviota.

Estas 2 fotos de arriba son la zona donde pescó Gorka. "Ni que decir tiene que la ola me mojo los pies un par de veces y en otras tantas "metí la pata" en algún pozo mientras retrocedía de espaldas" dice Gorka. Son frentes muy expuestos donde has de estar atento y muy activo porque necesitas pescar a la distancia adecuada y retroceder con las olas pues al ser una rasa tan plana y con tantos canales, el agua avanza mucho y con facilidad, como se intuye en la foto siguiente, que es la vista opuesta a la punta.
Cebamos con macizo mixto de anchoa y jibión picado y encarnamos con quisquilla congelada y cangrejillo. Confeccionamos los bajos con un Fendreel del 0,205 mm ya que las aguas estaban claras. La boya fué de champán de 70 mm de largo, bien estilizada y lastrada. De nuevo dejamos sin que actuaran los plomillos de la línea dado el estado de la mar, manteniéndolos pegados a la gaza de la línea y a su vez a la boya, es decir, que el calado de pesca fué igual al largo del bajo por lo que el lastre del aparejo únicamente fué el plomillo de 4 mm colocado en la socala, unos 70 cm por encima del anzuelo negro de Asari revirado del 1/0 y 2/0 (ver esquema del aparejo). Como comentamos la jornada pasada, siempre tenemos los plomillos de lastre en la línea madre, haciendo uso o no en función de como trabaje el aparejo. Empleamos la caña Edition Royal de Balzer y a plena satisfacción.
¡Ah si! ¡La pesca! Que se me olvidaba, por algo sería. Unos sarguetes, un par de ojadas, algún durdo (raro que no saliese alguno gordo porque este sitio los suele dar), doncellas y hasta cabras ¡Menudo colorido! Y para estar la mar como un balde, creemos que merecemos un aprobado justo, justo.
Otra vista de la punta propiedad de Gorka, justo cuando salía porque le cerraba la marea.
¡Saludos a tod@s! Lo volveremos a intentar el finde que viene. El sábado salida con el Club e invitados, que tal y como pinta la mar pescar no se si pescaremos, reirnos seguro, y el domingo pues ya veremos. ¡Agur bai!