A CORCHO CORRIDO

Ésta es parte de la pesca que realizamos hacia mediados del mes de agosto dentro de puerto entre Floren, Juan Antonio "Nervión" y el que escribe. Allí in situ, pude comprobar cómo se las gastan estos dos pájaros.

Aunque parezca fácil, la pesca en aguas muertas resulta de las más difíciles. Es habitual que el pescado demande unas condiciones concretas de calado y lastrado para comer, aparte de otros detalles que cada pescador va afinando con la experiencia. Las picadas, dadas las condiciones concretas de calado, lastre y tipo de carnada, en muchas ocasiones son hundidas tenues, o incluso de lado sin hundir, a pesar de tratarse de ejemplares grandes y voraces.

En realizad la pesca completa fue ésta. Lo penoso de la imagen es lo que ocurre casi siempre de noche al intentar inmortalizar unos trofeos brillantes y plateados sobre un suelo húmedo, donde el flash provoca todo tipo de brillos y sombras.

El cebo utilizado, como casi siempre para este tipo de pesca a corcho corrido, fue la tripa de txipiron. Una verdadera bomba. Intentaré a continuación dar unas pinceladas acerca de esta práctica que desempeña Juan Antonio con nocturnidad en zonas de puertos, entre los muelles y espigones.

Nervión, a pesar de ser consciente de que la técnica y los materiales de hoy en día le permitirían pescar de una manera más fina o técnológica, con la experiencia acumulada ha ido dando forma a la suya propia. Como ya ha demostrado en el mundo de los señuelos con los mortíferos Nervion Lures, en esta modalidad ocurre algo parecido.  

Actualmente pesca con la Arcadia "roja" de 7,30 m. La ha adquirido con anillas de puente alto para un mejor paso del tope de línea utilizado para el corcho corrido. Anteriormente ha utilizado el modelo de Evia Titanium de 6,70 m con un funcionamiento sobresaliente, aunque la mayor ligereza le ha llevado a este modelo de Veret con el que está encantado. Como él dice, solo le falta alguna loba de 5 o 6 kg para ponerle el "label". Tiene capturados mediante esta técnica, y cuando el pescado era más abundante, varios ejemplares de este porte y creo recordar que la mayor llegó a los 9 kg. Estas capturas siempre han sido en zonas de espigones y partes exteriores, ya que dentro de puerto no se ha topado con ninguna lubina mayor de 3 kg.

Como es lógico, ante la posibilidad de topar con un pez de este tamaño, utiliza una línea madre del 0,50 mm y bajos del 0,35 ó 0,40 mm de 1 m de longitud. Los anzuelos que emplea son Black Shark del nº 1. Es consciente de que sobretodo dentro de puerto podría pescar más fino. Pero bien porque se mete a puerto después de probar fuera o bien porque aún así le funciona de forma óptima, se mantiene fiel a estos diámetros. Y de esta forma se previene de alguno de los tremendos mubles que fácilmente superan los 2 kg y que suelen picar a la tripa de txipiron. 

A la hora de explicar su modus operandi bastará con una explicación básica de los aparejos que utiliza. En esta imagen figuran los principales montajes, con corchos procedentes de materiales con un alto índice de flotabilidad y todos ellos hechos a mano. Distinguiré entre la pesca fuera y dentro de puerto.

El montaje "1", es usado para pescar a corcho corrido en zona de muelles en aguas muertas. Usa quitavueltas, lastre de plomo de 6 u 8 gr, perlita plástica y tope de goma de caja de zapatos. Los corchos como los que se muestran aquí debajo son manufacturados a partir de las boyas usadas en los palangres. Poseen una argolla en la base de los mismos y la barra de luz queda centrada en el orificio superior que contiene un tubito colocado ex profeso para que encaje a medida. 

Los montajes 2, 3 y 4 son los que Juan Antonio emplea para corchear fuera de puerto. Esta pesca entre olas es la que a él más le gusta puesto que los ejemplares pueden ser mucho mayores. Resulta más complicada e incómoda, obligando a usar sacadera para los peces de gran porte.

Los números "2" y "3", son usados para pescar a corcho corrido en zona de espigones. Usa quitavueltas, lastre de plomo hasta 20 gr, perlita plástica y tope de goma de caja de zapatos. El corcho grande (2) está hecho a mano y el material procede de un taco de palé y en el caso del más pequeño (3), procede de los roscos usados en las redes de pesca. La barra de luz queda excéntrica en el orificio superior que contiene un tubito colocado ex profeso para que encaje a medida.

En ocasiones por la orografía del pesquero o por condicionantes como el estado de la mar o la distancia de lance, se sustituye el corcho corrido por el fijo lastrado con toda la caña de calado. Es el caso del montaje "3". Usa quitavueltas, corcho lastrado de plomo de entre 30 y 50 gr, llegando en casos extremos hasta los 70 gr, más bola de 6 u 8 gr. El corcho fijo lastrado, el de la imagen pesa 44 gr, lo usa para pescar a 50 m de distancia o incluso más, casi perdiendo de vista el fosforito. Gusta de tener mares fuertes para emplear esta técnica y varía el peso del flotador en función de la intensidad de ola y corriente para pescar a tan largas distancias. En este caso está hecho a mano del material de un boogie board. La barra de luz queda centrada en el orificio superior, que contiene un tubito colocado ex profeso para que encaje a medida, ejerciendo de tope para la línea.

Por si apareciese alguna duda o errata acerca de lo explicado aquí de forma somera, contamos con el propio Nervión para que nos lo aclare a través de los comentarios.

Para una explicación con todo tipo de detalles escritos y gráficos acerca de esta técnica de pesca, os podéis dirigir al pedazo de artículo que se curró Ander en su blog en  A corcho corrido por ANDER Z. Sirve además de comparativa entre ambas formas de entender una misma disciplina de pesca.

Este tipo de pesca también es muy efectiva para los sargos como se demuestra en la realizada por Nervión con este cebo en la fecha indicada en la imagen. Según me cuenta esa misma noche Floren, un amigo de cuadrilla, dio una exhibición cogiendo hasta 27 ejemplares. Lo que si les extrañó que entre ellos no se dejase ver ninguna loba. ¡Ya vendrán!