COSAS QUE SUELEN PASAR

Vemos como hoy en día y gracias a las técnicas informáticas, tenemos acceso a blogs de pesca de todo el mundo, donde podemos aprender y disfrutar al contemplar infinidad de artículos sobre la pesca. También es cierto que últimamente estamos viendo como la mayoría de blogs, recortan las imágenes donde realizan las capturas sus autores, cosa nada extraña, como veremos.

Hay “pescadores” que si te cazan la puesta por el blog, te cazan el coche en las proximidades de una puesta olvidándose de si mismos y dedican su tiempo a espiarte, te cazan una conversación en el bar en la que has dicho donde has pescado, etc., entonces  piensan: “¡Vaya chollo!”, "Ya sabemos el sitio!", etc.

Eso tiene sus ventajas e inconvenientes. Ventaja para el listillo de turno es, que si tiene el conocimiento suficiente para saber que está la mar buena para la puesta en cuestión y entiende como tiene que estar la marea, etc., puede tener éxito, pero mucho me temo que el que anda así, no creo que sea un buen pescador y la mayoría de las veces no sabrá exactamente como tiene que macizar, con qué, que profundidad tiene que poner al aparejo, qué lastre, qué diámetro, que cebo, como tiene que estar la marea para esa puesta, etc. y ese es el inconveniente porque mayormente fracasan pero en algunas ocasiones te han birlado la puesta. Por eso, en este aspecto, estoy bastante de acuerdo con ese maestro de la pesca que es Juan el de la tienda de pesca “El Repunte” en Avilés, suele decir: “…pero siempre pescamos los mismos”. Y es una aseveración bastante real, pues la gente piensa que si el sitio es bueno, lo tiene todo hecho y nada más lejos de la realidad, pues cuando un pescador “acierta” con altos porcentajes en sus salidas, hay un montón de horas, sufrimiento, pruebas, contrastes, experimentos, análisis, recorridos, años de brega, sueño, dinero, etc., que no se adquieren con las “escuchas”, ni por ciencia infusa. Quiero decir que sí, pero no. Me explico, en zonas como la nuestra, donde las grandes poblaciones están cercanas y desde las que se puede acceder a las puestas, entre media hora y una hora de coche y los accesos a la costa no son penosos ni en general de alto riesgo, hay mucha afluencia de pescadores, lo que dificulta la elección de puestas por todo lo dicho anteriormente y porque además, las puestas óptimas no son muy abundantes ni rentables al 100%, máxime teniendo en cuenta la presión pesquera que tienen, tanto por los aficionados como por los profesionales y sabemos como las gastan estos últimos con toda impunidad.

Hemos visto, como conocidos nos han visto hacer buenas pescas en zonas concretas y luego después no salen de las mismas; hemos visto como hemos ido a una puesta determinada madrugando, nos han visto una buena pesca y al de un tiempo, a pesar de madrugar, estaba ocupada por los vigías de turno; hemos visto como “amigos” que nunca habían ido a una puesta determinada, nos han visto con peces y luego no salen de ella; hemos visto a conocidos mirándonos con los prismáticos y luego a frecuentar las puestas, etc., etc. ¿Qué quiero decir con ésto? Pues que desde hace tiempo, cuando nos preguntan donde hemos estado, respondemos que en el mar. La mar es de todos, por supuesto, pero a los viajantes por la maleta. Y lo cojonudo del caso es que encima nos llaman zorros. Bueno, pues somos zorros, sí, pero tontos no.

Tengo el orgullo y satisfacción de haber enseñado a pescar a mucha gente dentro de mis conocimientos. Muchos de ellos por motivos obvios tales como el paso del tiempo, la diferencia generacional, cambio de domicilio o de estado civil, etc., ya no vamos juntos a pescar, pero me es muy gratificante que cuando alguna vez hemos coincidido en puestas en las que estaban ellos antes, siempre me han invitado a compartirla y también quiero decir, que con todos ellos sigo compartiendo la amistad. Y es que al final, como todo en este mundo, los sentimientos y el saber estar te los da la vida, ni las educaciones laicas ni las religiosas, sino que más bien son innatas en la bonhomía de las personas, virtud que cada vez escasea más actualmente. Un abrazo para ese excelente pescador y persona que es Carlos Enrique Redruello “Sargoloco” que rescató para mi vocabulario esa palabra: "BONHOMÍA”.