17 DE NOVIEMBRE DE 2.012, ¡HOY LA ARMEMOS!
La verdad es que no sabía cómo titular este día de pesca y mi compañero de jornada Miguel, me ha propuesto uno que figura dentro de la jerga de la cuadrilla. El caso es el siguiente. Hay un vecino en Sopuerta, que cuando va premeditadamente para el bar a sabiendas de la que se avecina, saluda de esta manera. Y la frase nos viene al pelo.
Este sábado hacía un fuerte viento sur. La mar venía de quedada, con fondo de frecuencia irregular y picos de más de 2 m. Al día siguiente se volvía a mover. El agua estaba tomada, verduzca. Cuando se dan estas condiciones siempre me acuerdo de Basilio Torres, un saludo txapeldun, quien dice que suelen ser días bastante propicios de capturas. Razón no le faltaba.
Buscábamos un rincón al socaire y nos acordamos de este roquedo que nos dejaría aprovechar la pleamar y movernos al bajar el agua. Tenía otra cosa buena, pues no es una zona donde habitualmente veamos pescadores aunque ya hubo quien ese día nos estuvo observando, ¡je je! Un saludo. En este txoko me puse yo y Miguel en otro pozo a por los gordos. De macizo philadelphia... En seguida empezó la fiesta.
Después se negaron y cambiamos de calada. Aunque en algunas rompientes nos costó dar con ellos porque sólo picaban fuera, los sargos andaban con hambre. También hubo mucha morralla y alguna boga. La verdad es que no sé qué poner acerca de la imagen superior para no cargármela... ¡Ja ja ja! El macizo empezaba a escasear, momento de apurar y recoger, que ya era hora.
Miguel majo, vaya sargo más guapo... Para ser sincero, mi compañero estuvo muy inspirado con los de mayor tamaño.
Abandonamos la zona de pesca con muy buen sabor de boca. Quedaron aún unas cuantos txokos sin tocar y esperamos que la próxima vez que nos coincida, el pescado siga por la zona.
Tras la productiva jornada la cesta quedó así de llena.
Por cierto, las imágenes de la jornada, como ésta de Miguel, están tomadas con la cámara de Ramontxu, la mía quedó olvidada en casa. A primera hora estuvimos con él pero cuando le atizó el sur en las orejas regresó a su guarida. El pájaro está a las puertas de jubilarse y ha dicho que no vuelve a pescar hasta la fecha. Miedo me da, pues entre semana elegirá mar y pesquero y después nosotros el finde a verlas venir.
24 DE NOVIEMBRE DE 2.012, FALTOS DE
Al sábado siguiente volvimos a probar suerte, esta vez acompañados de Nervión. Juan Antonio se me ha adelantado y ya ha mostrado esta salida en CANTÁBRICO Y PESCA, foro que él y Fermín gestionan.
Volvíamos a tener un sur fortísimo y racheado. La mar fuerte, ayudaba poco con una frecuencia altísima. Tocaba bajamar al alba, así que con todas estos condicionantes elegimos esta lastra con el viento dominante de espaldas. Probaríamos un rato y después con el agua para arriba a otro pesquero.
Colocamos la cuerda, ya que el tiempo estaba cambiante, por si llovía. Empezamos a pescar Nervión y yo, y ni rastro. Miguel observaba la jugada. Por fin nos movimos siguiendo la corriente, y el macizo, y empezaron a asomar los sargos a cuentagotas.
No es que anduvieran muy activos pero estábamos entretenidos. De hecho, no supimos meterlos en ningún momento o no estaban. Sólo por impulsos salteados. Ni los mubles se arrimaban en masa, muchos andaban boqueando fuera.
Al fin se animó Miguel, pero con la marea para arriba se nos quedaba como un balde. Como no se nos ocurría ninguna opción distinta que nos gustara, nos quedamos allí tranquilos y matamos la jornada.
¡Y para el hamaiketako con el hombre del saco! Al final, salimos de la lastra en seco pero hubo un rato que nos llovió lo justo para mojarlo todo. No es mala piedra pero las precauciones nunca están de más.
La pesca conseguida no fue gran cosa pero, como antes comentaba, suficiente para estar entretenidos. No quise manchar la cesta.
Y sin más dilación amigos lectores, os emplazo para la próxima. Vienen mares tremendas, lluvias y vientos huracanados, así que iremos día a día viendo la evolución para poder corchear un rato. ¡Paciencia y buena pesca!