UNA NOCHE MUY NOCTURNA. 28 DE MAYO DE 2.010

Para este pasado viernes urdimos un buen plan de ataque con nocturnidad. Como llevaba toda la semana la mar bella y la predicción en principio era de poco movimiento, pensamos en ir en busca de nuestras amigas las zapateras (obladas). Para ello Iñaki, que llevaba toda la semana caliente por la vuelta a la actividad, mandó a Mane para que se desoxidase un poco a por unas quisquillas. Y aunque le costó consiguió las suficientes para poder encarnar los tres y echar unos puños al agua. Lo cierto es que Manetas nos está cuidando muy bien, ya que hasta se ha comprado un autobús para llevarnos a todos hasta la misma peña.

Quedamos a media tarde para ir tranquilos y sin prisas. ¡Y claro querido! Nos entro un hambre voraz que hubimos de saciar con manjares varios. Y después, un poco de vapor para macerar. Ya cenados, se nos podía caer el cielo encima, ¡por Tutatis!

Y al llegar pudimos constatar lo que ya sospechábamos. La mar se había movido en exceso y estaba bastante pasada para la pesca que queríamos realizar y para la zona elegida. Pero como ya nada nos iba a quitar la idea de la cabeza decidimos intentarlo y probar.

Iñaki ya en faena. Hubimos de pescar muy fuera y aunque el pescado tardó, se dejó ver. Por supuesto, no pudimos pescar en los sitios con más opciones... estas fotos de noche en este entorno nunca quedan bien.

Manetas andaba por allí abajo encarnando. La noche estaba bastante buena aunque salió algo de viento. Parece mentira como las zapateras, y también las malditas bogas, son capaces de detectar la quisquilla, un cebo nada oloroso, en la completa oscuridad. Algunas tenían el buche lleno de esquila, aunque de todas formas andaban muy sueltas.

Comentar que por fin me he hecho con la nueva Arcadia. ¡Ya era hora! Aunque la caña va muy bien porque tiene muy buena base de su predecesora, estamos probando con distintas configuraciones de punteras para buscar la manera de trabajo más nos gusta. Cuando recopilemos información suficiente intentaremos dar nuestras impresiones con más detalle.

Tras algo más de dos horas pescando decidimos recoger. Está visto que de noche los ejemplares de zapateras salen más grandes. Tal y como estaba la mar pensamos que volveríamos de vacío, así que ni tan mal. Sólo usamos quisquilla, tanto para macizar como para encarnar. Y tiramos exclusivamente a zapateras con un calado entre 1 y 1,5 m. En ocasiones los ejemplares picaban a unos 40-50 metros de distancia.

Iñaki con la muestra conseguida. Mane no quiso salir para no romperme el objetivo. Tranquilo que la próxima vez llevo la enfardadora. ¡Mira biennnnn!