SIGUIENDO EL RASTRO. 3,4...3,4. 12 - 13 DE JUNIO 2.010

Para el pasado fin de semana, diás 12 y 13 de junio, hicimos los planes habituales para ir de pesca. El tiempo no había acompañado durante la semana y tampoco sacamos ninguno un ratillo para intentar coger unas quisquillas. Así que preparamos el macizo, las gambas y la quisquilla congelada.

El sábado el tiempo era revuelto. Venían chaparrones acompañados de viento y después claros. Ante tal panorama Ramontxu decidió guardarse para mejor ocasión. Miguel y yo sin mucho convencimiento, pues no nos apetecía mojarnos, nos fuimos arrimando poco a poco a la mar. Después de desayunar, buscamos un par de pesqueros entre Castro Urdiales y Muskiz, que estuvieran cerca del coche.

La mañana no era apacible pero como Miguel al día siguiente tenía quehaceres decidimos aprovechar. El de la imagen superior es el segundo pesquero que visitamos. Era buen día para probar aquellas zonas que no solemos tocar. La mar estaba muy buena para pescar, sobretodo por la uniformidad de ola y su frecuencia. Si se hubiese buscado algún pesquero de "zona caliente" quizás se hubiesen cogido peces. Por nuestra parte creo recordar que sólo fuimos capaces de sacar 8 ó 10 sargos y ninguno grande. Después a almorzar, que eso lo bordamos.

Para el domingo el oleaje había ido bajando. Al final los que vivimos cerca del medio, no tanto como los marineros, pero generalmente sueles ver la mar a lo largo del día y casi siempre tienes alguna referencia de su evolución. Ni Miguel, con quehaceres, ni Ramontxu, que le había cogido gusto al cobijo, me acompañaban. Pero encontré un buen estandarte en la figura de Mane.

Aún sin quedar muy pronto Mane se quedó enredado en las sábanas. Ya se sabe que la soltería exige muchos sacrificios... Ummmmmm. Mientras venía, fui ojeando la mar in situ y eligiendo pesquero. Así que llegó, trasnvase de bártulos y carretera.

Mientras bajábamos al roquedo fuimos rastreando las huellas de algún jabalí que nos había hozado todo el camino. Después Mane me enseñó alguno de sus pasos. Desde aquí aviso al guarro que ande con ojo que lo mismo alguno se le lleva el próximo día encima de los hombros como Obelix... Al llegar constatamos las buenas condiciones de mar en la zona elegida. La mañana estupenda.

La marea iba para abajo pero teníamos calado de sobra para pescar. Nos dividimos y nos fuimos moviendo. La tónica fue la misma en las dos cañas. Llegábamos al txoko, macizábamos con sardina y quisquilla congelada, sacábamos 3 o 4 sargos y se acabó.

Cuando se aproximaba la bajamar, la mar se levantó un poco, pero al pasar la ola de lado seguía permitiendo calar sin problema.

Mientras yo gastaba el macizo, Obelix, digo Mane se sentó un poco a descansar y....

Y claro querido, al recobrar la consciencia uno muestra cara de enfurruñado... ¡Ja, ja, ja! Iñaki, que al final nos va a soltar un mazazo y como esté el suelo húmedo nos hinca...

Pues tampoco era para ponerse así porque no estaba tan mal lo conseguido. La nota de color entre los sargos la pone este gallano que picó a la quisquilla congelada. Salieron también una marsopa y hasta dos bogas. Usamos el 0,225 y el 0,205 mm para los bajos, donde fuimos aumentando el lastrado. Esto es todo compañer@s. Un saludo y que os divirtáis pescando.