Noticias antes del gran día
Hace 1 semana

Sin embargo, en las belladas, había momentos en los que se quedaba bastante como se aprecia en la siguiente imagen.



El macizo fue de sardina como viene siendo habitual ante la escasez de quisquilla, como carnada cangrejillo, muergo y gamba y el calado de pesca fue entre los 2,5 y 4 m con el bajo más plomeado que lo habitual. Y qué más puedo decir?. Pues nada, a quitarse el sombrero y felicitarles.


El estado de la mar era imponente y el rumor sordo de las olas entre la bruma me deleitaban con un maravilloso amanecer. El agua estaba bastante tomada y había mucha alga en suspensión. Realicé varios lances en la zona de la desembocadura del río Barbadún, al comienzo de la formación rocosa de la “barra”, pero la corriente era muy fuerte debido a la fuerte bajamar que se aproximaba. Pasé a la derecha de la playa previa al antiguo “Vivero”, conocida como "pesquero de Iza".
De repente una visita inesperada, no de lubina, sino de mi padre que muy madrugador daba su habitual paseo por la playa, ¡joder con los jubilatas!. Probé varios señuelos, plomeados y minnows, incluso uno canario con colores fosforitos para buscar más opciones en el turbio agua, ¡pero que si quieres arroz Catalina!
Estas son las últimas dos zonas donde estuve dándole a la manilla mientras bajaba la marea y se iban descubriendo las sierras de las imágenes. No estaba tan malo pero... recogí los bartulos y para el coche.
Tal y como estaba la cosa, sin ansia ninguna (lo comentábamos recientemente con Javier Saldaña), me acordé de una zona que Ramontxu me había descrito a la izquierda de la Punta de El Najo (derecha de la Punta en la foto) tal y como se aprecia en la zona de flechas de la imagen superior. La marea ya llevaba 4,5 horas bajando, venía algún golpe rebelde y a ratos se quedaba bello, aunque el agua estaba gorda tal y como se aprecia en la fotografía inferior. Soplaba algo de viento de costado proveniente de la encañada del río Agüera que desemboca en la playa de Oriñon y seguía sin llover.
A mi disposición un caldero de macizo de anchoa, unas quisquillas congeladas, unas tiras de jibión y unos cangrejillos. Puñado de esquila al agua, una cucharada de mazacote, bajo del 0,225 mm con anzuelo negro revirado del 1/0 y plomillo de 4 mm, calado de 3,5 metros y corcho al agua. Fui recorriendo los tres sitios de la imagen panorámica en función del nivel de la marea y bajando el calado hasta los 2 metros. Cogí unos 6 sargos hasta la bajamar y el resto con la marea subiendo hasta el total de quince que se ven en la imagen que me tomó como fotógrafo improvisado Miguel Olabarria, veterano y experimentado pescador que apareció por allí.
Picaron muy recelosos y salían enganchados del mismo morro e incluso uno robado. Rebajé la socala al 0,205 mm para disminuir la desconfianza pero aprovechando el poco calado y las rocas que afloraban me rompieron dos por encima del plomo así que de vuelta al 0,225 mm. Algún ejemplar de menor porte fue devuelto al agua. Picaron bien al cangrejillo y sobre todo a la quisquilla congelada.
A medida que subía la marea la mar se fue recrudeciendo y empeorando las condiciones de pesca. Para las 13:30 el cielo se puso amenazante dejando caer alguna gota y el viento arreció así que para el coche a toda pastilla, carretera y a comer con la familia. Aquí con la más peque por ahora… Te paso el testigo Ramontxu.








